Almerienses y alicantinos han firmado unas tablas justas en un partido impropio de dos equipos de la parte alta de la clasificación de la Liga Adelante. Con juego demasiado trabado y muy poco hilvanado, el que más a puesto para el control ha sido el Almería, si bien ha dispuesto de muy pocos llegadas y ha acabado con su delantero centro, pichichi de la categoría, inédito en remate. Leo Ulloa no ha tenido ni un solo balón para intentar marcar su tanto 26, y se ha visto frustrado en algunas fases del encuentro. Tampoco han tenido mordiente los locales, con un único lanzamiento entre los tres palos en todo el choque. Con esta escasez atacante, lo normal es que todo acabara como empezó, pero lamentablemente para ambos los demás partidos no han transcurrido igual.
Al Almería, que no ha podido contar finalmente con Jakobsen, sustituido por Trujillo a la hora de vestirse de corto, se le vuelve a ir la quinta plaza del Alcorcón a cinco puntos tras la victoria clara de los madrileños ante el Murcia, y al Hércules se le escapa el ascenso directo y la tercera plaza del Celta con el triunfo gallego en Sabadell. Ni qué decir tiene que, contando con que quedan seis jornadas nada más, da la sensación de que ambos deberían haber expuesto algo más, pero el respeto de los albiazules al conjunto de Esteban Vigo ha sido muy grande y el trabajo de la Unión en el centro del campo ha sido enorme. De hecho, queda la idea de que los de Mandiá no han podido, pero lo que es peor es que el Almería no ha querido del todo dar un paso al frente que le habría conducido, sin ninguna duda, a un triunfo trascendental.
Los rojiblancos han hecho una primera mitad de menos a más en ataque y se han mantenido estables en defensa, con un buen tono general pero falto de algo de ambición. Una vez pasado un tramo malo comprendido entre el primer cuarto de hora y la primera media hora, y tras un rebote de Ulloa que ha acabado fuera de la portería por poco tras un despeje de Falcón, han comenzado los mejores minutos de un equipo que se siente mejor si tiene el balón. Esa situación además parece que ha sido aceptada por el equipo local, que ha intentado amoldarse a jugar al contragolpe, pero con la misma falta de mordiente que en el inicio del partido. El más incisivo del Hércules ha sido Gilvan, cuyos intentos han puesto en ciertas dificultades a la zaga rojiblanca, secundado en algunas ocasiones por Míchel y Arbilla.
Por parte del Almería, tras dos tarjetas consecutivas y ambas innecesarias para Ulloa y Juanma, quizá muestra de cierta incomodidad sobre el campo, el único disparo de esta primera parte se ha producido en el minuto 37, a cargo de Verza desde el pico del área, desviado y flojo. Lo demás ha sido demostración de que podía hacer daño, pero sin dar ese paso definitivo hacia arriba. Eso sí, sin escatimar gasto físico, los jugadores rojiblancos han controlado en todo momento, con balón o sin balón, las situaciones que se les han ido planteando. En el capítulo del arbitraje, y una vez vistas las dos cartulinas referidas, Latre le ha perdonado una muy clara a Arbilla, que ha cortado un contragolpe de Verza, y ha anulado una jugada por un fuera de juego en el que Juanma Ortiz no había incurrido.
Tras haber sabido sufrir y después pasar a dominar, la UDA ha confirmado en la segunda parte todo lo vivido en la recta final de la primera, con dominio de posesión y de situación y alguna que otra estirada fruto más de la inercia que ha tomado el propio partido que por la decisión de marcar un gol. Rafita se ha mostrado muy activo arriba, disparando a puerta ya desde el primer minuto de la reanudación en un balón finalmente desviado por la espalda de Ulloa. El juego ha perdido enteros por falta de fluidez, en los minutos de mayor trabazón en el centro del campo. Alguna salida que otra por banda ha hecho que el Almería dispusiera de dos ocasiones, ambas en manos de sus dos laterales, primero Rafita, que se duerme ante el portero y golpea al aire, y en el 90 de Bautista, que chuta con poca fe tras un meritorio recorte dentro del área.
Entre ambas ocasiones se ha producido algún que otro acercamiento del Hércules, siempre en las botas de Carlos Calvo al centro y el remate sin fortuna de Aganzo, dos incorporados tras el descanso. Esteban Vigo también ha hecho dos cambios, dando entrada a Aarón y Jonathan por Verza y Juanma, buscando un poco más de lo que le estaba faltando a su equipo, como era velocidad en la circulación del balón y en las transiciones. Con Ulloa fuera del partido ya por completo, ninguno de los dos refrescos han logrado revolucionar el ataque almeriense, algo que han intentado desde la grada los aficionados rojiblancos desplazados hasta Alicante, que están dando un ejemplo extraordinario de lo que es un público de Primera División.
FICHA TÉCNICA:
0. Hércules: Falcón; Arbilla, Samuel, Mora, Peña, Escassi, Tiago Gomes, Sardinero (Carlos Calvo, m.46), Míchel, Gilvan y Urko Vera (Aganzo, m.65).
0. Almería: Esteban; Rafita, Carlos García, Acasiete, Dani Bautista, Bernardello, Corona, Juanma Ortiz (Jonathan, m.72), Verza (Aarón Ñíguez, m.65), Aleix Vidal y Ulloa.
Árbitro: Jaime Latre (Colegio Aragonés). Amonestó a Peña, Urko Vera, Escassi y al técnico Juan Carlos Mandiá, por el Hércules; y a Ulloa, Aleix Vidal y Juanma Ortiz, por el Almería.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 37 de Liga en Segunda División, disputado en el estadio Rico Pérez de Alicante ante unos 10.000 espectadores, de los cuales los más animosos han sido los aproximadamente 100 llegados desde Almería. Se ha guardado un minuto de silencio en memoria de Pachón, exjugador del Hércules en la temporada 74/75 fallecido ayer.