Se ha producido lo natural en estos casos. No hay que rasgarse las vestiduras, ni hacer un drama, ni romper con todo. Era la crónica de una muerte anunciada y después del partido en Sabadell, ya consumada. La racha tan larga no puede ser casualidad y la solución a los males del Almería, cuando todavía tenían solución, no era la que se adoptó de cambiar al míster. De hecho, los números de Esteban Vigo al frente del conjunto rojiblanco son nefastos, con una única victoria, tres empates y tres derrotas, dos de ellas consecutivas, algo que únicamente había pasado en la temporada cuando se hincó la rodilla en Balaídos y en casa ante el Elche. En descarga del técnico malagueño, viajó a defender las opciones de playoff con cuatro del filial, y ya no sólo en Almería se habla de plantilla corta, sino que es la ‘comidilla’ más comentada en el mundo del fútbol profesional.
Es momento de reflexión pausada, de análisis sobre planificación de temporada y de corrección de errores para la siguiente, que ya debería empezar a estar en la mente de todos los responsables de esa parcela, pero ojalá que con otro tino distinto. El equipo de Alfonso García no ha dado la sensación de ser candidato al ascenso desde hace mucho tiempo, con la excepción del triunfo ante el Deportivo, y tampoco la ha dado en la Nova Creu Alta. Conforme iban pasando los minutos del partido, como ha venido sucediendo en los choques pasados, se han quedado más al descubierto las carencias y se ha sido cada vez más previsible y ramplón, a lo que ha ayudado inestimablemente Piñeiro Crespo, el árbitro que sólo ha visto un penalti de la casi decena que han protestado los jugadores rojiblancos. Y encima los transistores dando malas noticias, con victorias del Alcorcón, ocho puntos por arriba y del Córdoba in extremis, seis puntos alejado. Entre ambos la única derrota que se ha producido, la del Hércules, aunque con siete puntos de distancia.
El inicio de la primera parte ha sido lo de siempre en los últimos partidos del Almería. Mucho dominio de pelota, supuesto juego de bandas sin bandas, si acaso la derecha con Aleix Vidal, y no llegar ni a tirar a puerta en ningún momento. Sin ideas no se abre una lata, pero el problema es cuando el rival, el que sea, se da cuenta de que la UDA sólo tiene de favorito el cartel y su reciente pasado en Primera División. Así las cosas, con posesiones rojiblancas muy largas y buena presión en la salida rival, el Sabadell ni se había acercado a la meta de Esteban pasado el primer cuarto de hora. Pero después de simular Lanzarote un penalti ante Aarón Ñíguez, el mismo jugador arlequinado hizo lo que quiso por la banda derecha de ataque catalán y puso un centro medido para el cabezazo en plancha inapelable de Aarón Bueno. Era el minuto 18 de partido y el extremo estaba solo en el momento del remate. Ese mismo protagonista, tres minutos más tarde, participó en un cotragolpe de libro y su papel en esa ocasión fue la de asistente, con pase al punto de penalti para que Baha se colase entre los dos centrales y marcara sin problemas el 2 a 0. Eso sucedía en el minuto 21. Y en su hambre por marcar, entre un gol y otro el mismo Aarón Bueno hizo un remate de cabeza sobre su propia portería que hizo emplearse a fondo a su guardameta. Era la mejor ocasión rojiblanca hasta el momento, y no era ni propia.
Desde ese momento, y tras perdonar el tercero el propio Aarón Bueno, Soriano, que estaba de inicio en sustitución de Verza, se vio en la necesidad de tirar del carro, hilvanando en lo posible el juego de ataque almeriense. De hecho, justo a la media hora llegaron los mejores minutos del equipo de Esteban Vigo, con Carlos García rematando de cabeza al larguero a la salida de un córner y Aleix Vidal fallando un mano a mano ante De Navas, que sacó la pelota con el pie. Siguió atosigando el Almería y llegaron otros dos remates de Carlos García y Soriano, pero ambos sin fortuna, dando la sensación de que el equipo se había puesto a jugar cuando ya iba dos goles abajo en el marcador, pero con el mismo desacierto de siempre. Desde ahí y hasta el final, la escuadra almeriense se fue diluyendo y lo único reseñable es una amarilla innecesaria que Aleix Vidal vio por falta en el centro del campo y que le impide jugar ante el Alcorcón.
Tras el descanso, siguieron las peticiones de penalti en el área arlequinada, y el Almería, sin la posesión de la primera parte, comenzó pronto a intentar demostrar lo que se le presuponía. Cabezazo fuera de Ulloa en el 47 y de nuevo madera, ahora para Soriano, que apareció por el área para mandar a la cepa del poste derecho un balón muy colocado que dejó a De Navas clavado. Había que marcar pero también acabar de reaccionar, porque se llegaba por inercia más que por otro cosa. Así, y en el minuto 56 saltaba al campo José Ortiz Bernal sustituyendo a un gris Aarón. El capitán de nuevo tenía una papeleta complicada que resolver, pero se logró un poco más de fluidez con un ataque más variado. Y entonces llegó el único penalti pitado por el trencilla, cometido sobre Soriano, al que agarraron dentro del área. El lanzamiento lo realizó el pichichi Ulloa y la pelota entró para que el argentino sumara su tanto número 26. A la postre fue insuficiente para puntuar, ya que a pesar de que quedaba tiempo, 27 minutos para ser precisos, el desorden cundió en las filas del ‘Boquerón’, con un Corona desaparecido y con Pallarés y Jonathan en el campo en la recta final.
Estaban pasando los minutos sin que pasara nada más que el tiempo, y el equipo almeriense se iba desesperando por momentos, sumido en la impotencia. Como no podía ser de otro modo, la polémica arbitral ganó muchos enteros, con dos manos dentro del área del cuadro lanero, una involuntaria y otra no tanto de Toni Lao que de pitarse reglamentariamente habría sido la expulsión del lateral, que ya tenía amarilla por ser el autor del penalti señalado, además de un clarísimo agarrón más sobre Ulloa que tampoco marcó como tal Piñeiro Crespo y que encima acarreó tarjeta para Carlos García en la protesta, lo que le aparta también ante el Alcorcón. Con esos añadidos, el Almería fue la viva imagen de la ruptura de un sueño en mil pedazos, con los jugadores como tristes protagonistas de una historia que acaba mal, pero que ha sido así no sólo por ellos. El agotamiento ha sido el del proyecto, y si bien no todos los futbolistas han dado el nivel, o lo han bajado, no es menos cierto que a la mayoría se los han tragado los despachos y ya sólo les resta salvar su honor y su orgullo.
FICHA TÉCNICA:
2 – Sabadell: De Navas; Toni Lao, Agustín, Samuel, Oscar Ramírez; Héctor Simón, Arteaga (Hidalgo, min.71), Juvenal; Lanza, Aarón Bueno (Adrián Luna, min.71) y Baha (Florian, min.79)
1 – Almería: Esteban; Rafita, Carlos García, Santi, Jakobsen; Bernardello, Corona; Aarón (Ortiz Bernal, min.56), Soriano (Pallarés, min.73), Aleix Vidal (Jonathan, min.79); y Leo Ulloa.
Goles: 1-0, min.19: Aarón Bueno; 2-0, min.22: Baha; 2-1, min.64: Ulloa (penalti)
Arbitro: Piñeiro Crespo (Comité asturiano). Ha amonestado a los locales Samuel y Toni Lao y a los visitantes Aleix, Ulloa, Jakobsen y Carlos García.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo novena jornada de la Liga Adelante, disputado en la Nova Creu Alta ante unos 7.200 espectadores.