sábado, 30 septiembre 2023

Tras la noche en vela se hacen más abonos nuevos que renovados para la UD Almería

10 julio 2013
Almería
La UD Almería consigue muchos nuevos abonados

Imagen captada sobre la una de la madrugada en cola

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El club cierra a las 6.30 de la mañana para abrir otra vez a las 10 y la afición imparte una lección total

Bien sabido es que de sabios es rectificar y de nobles es asumir los errores propios sin hacerlos carga de algún ajeno que pague los platos rotos. La información que se había facilitado al principio con respecto al modo de operar en la entrega de números hablaba de que una misma persona llevaría tantos como abonos fuese a hacer, sumados los renovados y los nuevos, pero el fallo que provocó el colapso fue que se entregó uno por cabeza. Tal extremo motivó que hubiera retenciones tremendas cuando el aficionado en cuestión al que le correspondía el turno llevaba el encargo de muchos a la vez además del propio, contando con que la logística, por muy abundante que sea, precisa de un tiempo mínimo en la elaboración del carné físico.

Así, según contaban desde la misma interminable cola, el que iba con el número 1 hizo unos 400 abonos aproximadamente, y es que era integrante de una peña. Ahí radica el principal problema surgido más allá del error de la entrega de números, ya que se reunió en un mismo operativo a las peñas y a los particulares, lo cual vino a ralentizar sobremanera todo el dispositivo. El paso de las papeletas no era ni mucho menos normal, ya que a las 19.00 horas se transitaba por el 50, pero no sucedía igual en la cantidad de abonos tramitados, que volaba como el viento. El club sufría por sus fieles que aguardaban a la intemperie, pero al mismo tiempo veía que la respuesta de esta temporada estaba siendo espectacular.

Se ha cifrado extraoficialmente en unos dos millares de abonos los vendidos en la jornada caótica de la inauguración de la campaña, lo cual es un rotundo éxito, pero eso fue posible a la paciencia y las ganas de ver fútbol de Primera de una afición que se enfadó pero que aguantó hasta que le tocó. El último de los números del día, que no era el 1.000 por las bajas que se fueron produciendo, fue atendido al filo de las 6.30 horas, que fue cuando se cerró la oficina para volver a abrirse a las 10.00 de esta jornada de miércoles. Sin apenas comer y ni dormir, los empleados del club hicieron todo lo posible para dar respuesta a la fidelidad de la hinchada. Ese fue el compromiso en el comunicado público de disculpas, el de no cerrar hasta atender a todo el mundo, y ese fue el aguante de muchos de los aficionados, el de horas y horas a la espera para su ansiado sitio en el Mediterráneo.

Hubo quien se marchó y al que se le ha respetado hoy lo que no pudo lograr ayer, en principio formando dos colas diferenciadas. El lío fue tremendo, pero al menos se tuvo, además de la nota escrita en la web,la valentía de aparecer públicamente y dar la cara, en concreto la que se puso fue la de José Juan Bonillo, Consejero Delegado de la UD Almería, que salió a la puerta a pedir disculpas personalmente a todos los que restaban por ser atendidos. Como añadido, parte de las iras de los atascados en la espera fueron a parar a las dos primeras peñas que coparon los primeros números, Milhojas y El Tomate, al entender que acapararon cuando su lugar tendría que haber sido otro, ordenado de manera distinta.

El resultado final es que no se llegó pero se rozó la cifra de 2.000 abonos, de los que, y eso es lo mejor para el club y para el ambiente con el que van a jugar los futbolistas, una amplia mayoría son de nuevo cuño. Es extraño que en periodo de renovaciones suceda esto, pero quizá sea lo que se ha buscado, fidelizando a una cantidad importante de nuevos aficionados contando con que todos los que ya lo eran se quedan aprovechando el respeto a sus precios de Segunda División. Fue una jornada en la que se produjeron demostraciones de compromiso y también de profesionalidad, la de los trabajadores de la entidad rojiblanca, que nada tuvieron con ver con el colapso. En definitiva, un mensaje rotundo es el de la demanda, que ojalá fuese superior a la oferta, lo que garantizaría el lleno siempre, pero que ya de antemano se ha mostrado que es muy grande.

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