La oportunidad era de oro y no se podía dejar escapar bajo ningún concepto. Habían pinchado todos, la pax romana interna reinaba en la semana más larga y el 2013 estaba impoluto a domicilio, con dos victorias en otros tantos partidos. Delante, un equipazo con calidad e irregularidad a partes iguales, ante el que había que jugar de manera inteligente, que fue justo lo que no se hizo. El choque fue correoso en todo momento, con un Real Madrid que partía en descenso y que luchó mucho más por salir del pozo que el Almería por huir de los perseguidores en el ascenso directo. De hecho, fue el partido en el que la UDA jugó más como visitante que ninguno otro antes, esperando a los blancos pero haciendo kilómetros mientras se perseguía una sombra. Con todo, hacía intentos de tener posesión, pero casi no podía construir ante la gran intensidad merengue tanto en la primera como en la segunda mitad.
La historia del partido comenzó con varios ataques atolondrados de los pupilos de Alberto Toril seguidos de alguna duda atrás de Mascarell y de Iván, que cometió un penalti absurdo, si es que fue pena máxima, arrastrando la pierna por detrás de Charles en la primera jugada de triangulación rojiblanca. El colegiado estaba justo detrás y los jugadores del filial madridista apenas protestaron la decisión, pero al menos es dudoso. Soriano había abierto al hueco derecho para la carrera de Jonathan, que puso el pase atrás al control del hispano-brasileño, que se fue al suelo. Él mismo transformó la pena máxima y el Almería comenzaba por delante desde muy pronto, en un guión más que favorable. Era el minuto 6 cuando subió el 0-1 al marcador, y los instantes siguientes fueron de un cierto control que duró poco, ya que comenzó a carburar mejor el cuadro local.
Así, Morata, en el minuto 17 generó él solo una ocasión prolongando un balón sobre la marca de Pellerano y disparando después para que Esteban, atento, atajara. Era el inicio de una mayor posesión merengue, por lo que quedada salir a la contra cuando se podía, y así Jonathan lo intentó para Charles y el frontón de la defensa dejó el cuero para un lanzamiento lejano de Corona. Golpeó el talaverano con mucha intención, y si no es por la cabeza de Mateos desviando a córner, el chut podría haber besado las mallas de Mejías. Eso sucedía en el 20, y en el saque de esquina Soriano se inventó uno de sus inverosímiles remates de cabeza que no entró por poco tras caer el balón a plomo por encima del larguero. Lo siguiente sería que tanta presión del Real Madrid concluyó con la pelota en los pies de Jesé dentro del área tras una melé y un despeje de puños de Esteban. Con una rapidez endiablada del canario para armar la pierna y ponerla en el único hueco existente, que era el de la escuadra, subió el 1-1 al marcador cuando corría el minuto 25. Gracia se quejó de la ausencia de Pellerano, mandado a la banda en esa jugada por parte del colegiado sin razón alguna.
Tocaba sufrir, porque el cuadro blanco dispuso de sus mejores momentos y movía el balón con criterio, pero sin ocasionar demasiado peligro. Tan es así que pasaron los minutos y la primera ocasión en llegar fue visitante con un pase en largo para Charles, que se precipitó en el disparo estando desequilibrado y un poco escorado pensando que Mejías estaba peor colocado, eso en el minuto 36. Una vez más el ariete rojiblanco entró en acción para ponerla de cara a la llegada de Aleix Vidal, que disparó muy mal en una fantástica posición para haber talonado con criterio. Y fue entonces cuando llegó el peligro de la izquierda, el de Cheryshev, que ganaba la espalda una y otra vez y que en el 40 puso un centro despejado hacia él mismo por parte de Pellerano y volvió a pegarle de primeras, esta vez a puerta, encontrando una respuesta monumental de Esteban. Desde ahí y hasta el descanso, Juanfran chutó desde lejos en el minuto 43 directamente fuera y la primera mitad moriría en el área local mediante un lanzamiento tapado por la defensa a cargo de Soriano, servido de nuevo por un Charles que jugaba a lo Ulloa.
Ya en la segunda mitad, el Almería intentó salir más enchufado, pero fue un espejismo ante la avalancha blanca sobre la portería de Esteban. Sin dueño claro del partido la UDA tenía todas las de perder, y los picotazos de los jugadores madridistas tuvieron que ser curados por parte de Esteban en el primer cuarto de hora, en el que el filial mereció marcar el segundo. De este modo, y tras un aviso de Mateos en el 49 intentando rematar un cuero muy alto de córner, el cuadro de Gracia comenzó a sufrir a balón parado. Tampoco estaba cómodo con la velocidad de las balas merengues, y eso que entre el ir y el venir Jonathan se coló por banda una vez más servido por Soriano, pero no supo que decidir entre el disparo o el centro al desmarque de Charles en el segundo palo en el 53. Entonces comenzó el festival Cheryshev penetrando, sirviendo, chutando y cabeceando, como en el minuto 55, picado y envenenado, respondido por Esteban y por el larguero. Un poco antes Marcelo Silva había sacado bajo palos.
Entró Falque por Aleix Vidal con mucho partido por delante, pero las intenciones originarias del técnico pamplonés no sirvieron porque en el minuto 67 llegó el volteo al marcador por parte del que faltaba, de Morata, que empaló un balón suelto que caía después de haber cortado la defensa una peligrosa entrada de Jesé. Era merecido y se había producido entre una superioridad muy clara del Real Madrid. Después salió Rubén Suárez por Corona, y Falque se fue a organizar pero con poca fortuna ante el poco habitual oficio de los merengues. No se llegó ni a pegar a puerta, pero durante toda la segunda parte y no sólo por haber quedado noqueados con el gol en contra. El que sí tiró fue el conjunto de Toril, con Jesé echando mano de repertorio para chutar desde lejos con un peligro tremendo en el 77. Pudo haber sido el tercero, como mediante Morata, que cabeceó solo en el minuto 83, pero con todo el empate lo impidió Iván bajo palos y a la limón con el meta de Mejías en el último suspiro, minuto 93, tras una falta colgada por Rubén Suárez cuyo rechace picó el cierre rojiblanco, Gunino, en el único disparo que contabilizar a los hombres de Gracia.
FICHA TÉCNICA:
Real Madrid Castilla: Mejías; Juanfran (José Rodríguez, min. 85), Mateos, Iván González, Casado; Borja (Óscar, min. 92), Mosquera, Mascarell, Cheryshev (Fabinho, min. 64); Jesé, Morata
UD Almería: Esteban; Rafita, Marcelo Silva, Pellerano, Gunino; Verza, Corona (Rubén Suárez, min. 70); Jonathan, Soriano (Chumbi, min. 82), Aleix Vidal (Falque, min. 54); Charles
Goles: 0-1, min. 6: Charles (p); 1-1, min. 25: Jesé; 2-1, min. 67: Morata
Árbitro: Ocón Arráiz (Colegio riojano). Amonestó a Casado (min. 79) y a Iván (min. 82) por parte del Real Madrid, y a Jonathan (min. 43), a Falque (min. 60), a Rubén Suárez (min. 71), a Soriano (min. 72) y a Pellerano (min. 91) por parte del Almería.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigesimocuarta jornada de la Liga Adelante disputado en el Estadio Alfredo Di Stéfano de la Ciudad Deportiva de Valdebebas de Madrid con muy buena entrada y ante medio centenar de espectadores desplazados desde Almería