Arrancada de caballo, pasión por el orgullo herido, pero parada de burro, impotencia de los negados, y así vuelta a empezar. Ese fue el comportamiento de un Betis claramente mejor que el Almería en la primera parte pero que se marchó al vestuario perdiendo gracias a un zapatazo con suerte de Ramón Azeez, ya que el obús rozó en la espalda de Paulao y se envenenó para Saras al ajustarse del todo al palo. La grada no silbó y sí animó, pero la UDA hizo una gran labor de equipo, achicando casi siempre, sin oler el balón ante la habilidad bética para moverlo, pero estando muy replegados con enorme trabajo de Tébar y esperando para salir. Eso sucedió en contadas ocasiones, con la parte positiva de que siempre se finalizó jugada, manteniéndose en pie con entereza ante el acoso local pero gracias a la falta de puntería. Esteban, la dimensión de la portería y la cruceta hicieron el resto.
La primera jugada del partido fue un cabezazo blando de Verza a las manos de Verza, pero era un aviso de lo que sucedía al poco, con recuperación y prueba de suerte de Azeez. Se volvió loco el nigeriano por su primer gol oficial, ya que encima el panorama se ponía idóneo, por delante en el marcador desde muy pronto y con el oído puesto en la grada esperando que arrancara la bronca. No fue así, puesto que apretó el bético, pero a favor de los suyos, que siguieron a lo suyo buscando la igualada. Fue de más a menos en ataque el equipo del sancionado Francisco, pero obligado por el Betis y su saber hacer arriba. Azeez probó dos veces más, Aleix no llegó a un balón largo en el área y Óscar Díaz robó y chutó muy centrado casi al final, mientras que los de Garrido, como jugada más clara, estrellaron un balón en la misma cruceta lanzado por Juan Carlos casi al filo del descanso.

Y es que precisamente el interior verdiblanco fue una pesadilla y probó y sirvió a sus compañeros, como lo hizo Vadillo, pero ninguno estuvo acertado y tampoco el ex del Poli Ejido, Jorge Molina, al que le faltó un número de bota para remachar un cabezazo de Didac pasado el cuarto de hora, o que cabeceó alto por la proximidad a la portería una vez que le había ganado la batalla por arriba a Torsiglieri. Llegaba arriba el conjunto bético con muchos jugadores e imprimiendo velocidad a ráfagas, ya que tuvo un balón mediada la primera parte para llevar a cabo un último tirón cargado de peligro en el tramo final antes del camino a vestuarios. Sin duda, estar tan negados de cara al gol va limando el ánimo de cualquiera, por mucho que la guerra de las bandas siempre fuera victoriosa. Y es que no había modo de que los remates entraran en la puerta almeriense.
La segunda parte pareció ir de seguido a lo ocurrido antes del descanso, puesto que justo antes y justo después del primer minuto Vadillo fabricó dos ocasiones claras, portento en el uno contra uno, antes de romperse en otra arrancada de cambio de ritmo. Fue una buena noticia para el Almería, si bien siempre es triste que un jugador se lesione, pero tuvo que pedir el cambio nada más comenzar. Algo parecido, pinchazo atrás, le sucedió a Nelson, que dejó sitio para Rafita después de que Jorge Molina buscara colocación y se topara con la primera del nuevo recital de Esteban. Verza replicó alto pero el asturiano estaba preparado para otra reválida y la saldó con una gran nota. Molina soñó con él, y Rubén Castro igual, que se toparon con su figura valiente en los múltiples intentos que lograron cuajar a pesar de la buena organización almeriense.

Simplemente, cuando un equipo está tan bien armado como la UDA, con línea de tres mediocentros defensivos por primera vez al sentar a Soriano y sin Suso, buscando el trabajo de Barbosa, sólo el talento puede romper, y Francisco, que acertó en el once y en el sistema, también había acertado en torno a la calidad de una plantilla tan denostada como la del Betis. Eso de esperar para salir era obligado de todos modos, y se salió casi a falta de un cuarto de hora cuando una galopada de Aleix Vidal, que si se tira al suelo habría provocado roja de su marcador, terminó dentro del área con un pase a puerta vacía que Óscar Díaz echó a las nubes de manera incomprensible. Es una lástima que así fuera sobre todo por el jugador, ya que el partido se ganó y en gran medida fue por su desgaste presionando la salida de balón de los locales, pero esa circunstancia tapa todo lo demás.
Rubén Castró marcó en un claro fuera de juego antes de que el conjunto de Garrido se desinflara físicamente, como era normal, y se produjeran varias de esas cabalgadas de Aleix y posesión del Almería con Soriano y Suso ya en el campo, dando la sensación de dominio del juego y de la situación. Acertó Martínez Munuera en esa jugada, pero se tragó un penalti de Dubarbier en la primera parte que podría haber dado el empate momentáneo a los verdiblancos, o no, dada la escasísima puntería que lucieron durante todo el partido. Matilla buscó colocar en el 43 pero la defensa mandó a la esquina, y Figueras en el mismo minuto se encontró otra vez más con Esteban cuando parecía muerto el Betis, pero fueron las últimas bocanadas del farolillo rojo, que sigue siéndolo. La Navidad del Almería, fuera del descenso a pesar de todo, y como preocupación a la espera de algún fichaje, la ida total de un Suso que parece no estar en el equipo, y mejorar en casa: de los cuatro ganados, tres fuera, más un empate, diez puntos frente a seis.
FICHA TÉCNICA:
Real Betis Balompié: Sara; Chica (Salva Sevilla, min. 72), Paulao, Jordi, Dídac; Matilla, Lolo Reyes (Nono, min. 72); Juan Carlos, Vadillo (Juanfran, min. 48), Rubén Castro; Jorge Molina
UD Almería: Esteban; Nelson (Rafita, min. 58), Trujillo, Torsiglieri, Dubarbier; Verza, Tébar, Azeez; Aleix Vidal, Barbosa (Soriano, min. 64), Óscar Díaz (Suso, min. 84)
Gol: 0-1, min. 4: Ramón Azeez.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Mostró cartulina amarilla a Barbosa (min. 25) y a Nelson (min. 55) por parte del Almería.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Benito Villamarín ante unos 26.500 espectadores.
Un comentario
Enhorabuena a todo el equipo por la victoria(de seis puntos)De todas formas, no se pueden perdonar las contadas ocasiones -Aleix,Oscar Díaz y Suso- para haber rematado el partido y no sufrir tanto al final. Francisco acertó en el sistema y en los cambios. ¡Vamos a por el «Graná»!.