Lo de Fernando Soriano es para enmarcar. El esfuerzo del maño para volver cuanto antes al terreno de juego está siendo realmente encomiable, y si no consigue acortar el plazo de su regreso es porque no hay tiempo material para lograrlo. Con todo, lo mismo logra estar disponible un partido antes de lo previsto, pero sea o no así, su sufrimiento, no en solitario del todo porque cuenta con los cuidados de Fran Simón, uno de los fisioterapeutas del equipo, está siendo muy grande. Y no es sólo referente a su lucha física, sino que también concierne a lo que está viendo de su Almería desde afuera.
Su último encuentro fue también el último de Lucas Alcaraz, por lo que no se ha podido estrenar con Esteban Vigo, ni en sus sesiones preparatorias ni en partido tampoco. Pero lo que sí estará viendo el ‘Boquerón’ es el tesón del centrocampista rojiblanco, que no tiene ni un solo día de descanso y que en el entreno dominical por fin ha corrido sobre el césped un largo rato: «estamos pasando etapas y por ahora con las pequeñas molestias y sensaciones que son normales, pero por lo demás pasando etapas, más o menos en más de la mitad, y vamos a ver si de aquí a dos semanas estamos ya empezando a estar con el grupo en algunos ejercicios y algunas cosas, y a partir de ahí ir cogiendo lo más rápido que se pueda el estado óptimo».
Había corrido en cinta un par de días atrás y había intentado hacerlo sobre la hierba en presencia del doctor Wu a mediados de la semana pasada, pero esto ya está conseguido. Lo siguiente será tocar el balón con mayor confianza y potencia, puesto que ha aclarado que todavía «no desplazo en largo, pero pases de cuatro o cinco metros ya los estoy haciendo, y vamos en una progresión que hay que llevar; en ese sentido la rodilla va respondiendo y esperemos que no se frene». Sin precipitaciones, eso está claro, pero sin pausa alguna, no se atreve a decir cuándo se ve jugando otra vez: «esta semana se va a pasar aparte del grupo y a partir de la semana que viene, vamos a ver si a mediados o final, podemos hacer algún ejercicio». Eso no querrá decir que pueda competir, «pero algún ejercicio de pivote o que se pueda estar por ahí sí, pero te hablo de hipótesis que tampoco nos podemos guiar en ellas porque estas cosas… si dices que vas más rápido o más lento…». Por ahora lo que se está haciendo es al menos no retrasarse: «los plazos se están cumpliendo y vamos a ver».
Mentalmente el maño es fuerte, pero no puede evitar morderse las uñas viendo ‘los toros desde la barrera’. Le gustaría estar en la cancha de juego, ahora que su concurso sería fundamental. Su expresión es clara en torno a cómo ve los partidos del Almería: «espesos». Y de ahí pasa a un análisis más profundo: «estamos sumando, pero no es suficiente; seguimos dependiendo de nosotros y es lo positivo que tenemos que sacar, positivo también que somos capaces de ganar a cualquier, también de perder con cualquiera, pero la realidad es esa; nadie nos ha pasado por encima, estamos ahí peleando los partidos». Los motivos son bien conocidos: «hay días que es por desacierto nuestro, otros días por mala suerte, otros por acierto del rival y otras por el árbitro; si no es por una cosa es por otra, pero se nos está resistiendo la victoria y es importante ya». Y se aproxima para el Mediterráneo todo un acorazado como es el Deportivo: «esta semana viene un partido que puede ser revulsivo o no; si se gana sería importante por la entidad del rival y por lo que podría suponer en nuestro estado de ánimo y confiar en el equipo, que el calendario que tenemos es para pensar en optimismo».
Para Fernando Soriano, «los rivales directos que tenemos son pocos ya y esperemos que la cosa salga bien al final», pero habría preferido no estar esta semana de nuevo en el playoff. Eso es pensar inteligéntemente. En el Alcorcón – Córdoba habría preferido otro resultado: «la verdad es que no sabría decirte qué resultado hubiera preferido del Córdoba; ganó el Alcorcón, y están a cinco puntos ya; es cierto que tienen que venir aquí y te ha hecho meterte sexto, pero parece que se nos distancian los de delante». El empate de sus compañeros en Cartagonova tiene parte del arbitraje, una vez más: «creo que el partido lo tuvimos bastante controlado, sobre todo el segundo tiempo, quitando los últimos cinco minutos, un penalti que para mí no es, una expulsión anterior que es clarísima y que el árbitro le perdona incomprensiblemente no sé por qué, porque si dijeras que vas ganando 0-3 es normal que el árbitro tenga mano izquierda, pero ganando 0-1, una entrada como la que hace que es segunda amarilla y no vea la roja… decisiones que van sumando y que una jugada desafortunada provoca un penalti que encima Esteban estuvo a punto de parar y tuvimos alguna ocasión para poder ganar; en ese sentido el equipo estuvo serio, no brillante».
A ese respecto, y sabiendo que pesa más la cabeza que las piernas, quiere que se tenga en cuenta que «es difícil ahora estar brillante, los equipos se juegan mucho y lo estamos viendo; ni el mismo Barcelona lo está haciendo brillante; en ese sentido, cuando llegamos a la recta final, sabemos que la intensidad se sobrepasa a la calidad y es muy difícil hacer fútbol, así que es como para estar contentos». Si lo dice Soriano, que no se siente imprescindible para nada, «el que me considera a mí importante me echa de menos, el que no, no», seguro que tiene base para sustentarse, así que a partir de ya, que cunda el optimismo.