Era el minuto 18 de partido y Soriano disputó un balón dividido con Cordero, mediocentro del Xerez. El peor parado del choque pareció ser el xerecista, pero fue el rojilblanco el que apenas dos minutos después se sentaba en el banquillo sin ni siquiera esperar a ser sustituido. Desde ese mismo momento se encendieron todas las alarmas de la UDA, puesto que el maño es una pieza clave y además la extensión de la plantilla no está como para muchas ausencias.
Tenía de principio muy mala pinta, pero una vez realizada la resonancia que había pendiente para determinar la gravedad, la lesión se ha quedado, dentro de lo malo, en la mejor posible. Así lo confirmaba este mediodía el doctor Roberto Wu, médico del equipo, quien era optimista con respecto al tiempo de recuperación, que será de un mes a un mes y medio: «no se observan signos claros de desinserción, con lo cual los plazos no se van a alargar mucho más».
El daño causado en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha se queda en un esguince, sin rotura, y es, aunque parezca que no, una buena noticia. Correr va a hacerlo mucho antes y de entrada la semana que viene va a iniciar la actividad física en el gimnasio, ya que puede mover la rodilla, así que hay que estar contentos: «dentro de lo que cabe es una mala noticia porque es una lesión sobre un jugador, pero bueno, no es mala mala». La parte anímica del futbolista también cuenta, y parece que ya lo tiene asumido: «se lo ha tomado bien porque sabe que tiene esa rodilla tocada y que así no puede jugar, con lo cual es consciente de que tiene que recuperarse».
Fisioterapia y rehabilitación con potenciación de la musculatura interna -el vasto concretamente- es el tratamiento que de hecho ya ha empezado a desarrollar el equipo médico junto al futbolista, que ha ido desde la clínica al estadio directamente para comenzar a trabajar en su recuperación: «con una lesión así del ligamento lateral se intenta no perder toda la masa muscular y lo único que necesitará será un periodo de adaptación, de recuperación de seguridad en cuanto al mismo ligamento; la fuerza no la va a perder, la movilidad tampoco, por lo que no tiene por qué prolongarse mucho más».
La clínica ya decía que había daño en el ligamento, y ya sólo restaba la resonancia para afinar el grado de lesión que podía tener. Y es que se tenía claro desde el mismo momento en el que Soriano se sentó en el banco y la revisión de las imágenes venía a confirmar : «hemos estado revisando el vídeo y en la imagen se ve en la entrada que se lesiona y efectivamente es una lesión típica de ligamento lateral interno». El doctor Wu, la misma noche tras el partido, ya hablaba de ese plazo de recuperación si se confirmaba el daño, dependiendo, decía, «de las sensaciones que vaya teniendo él».
No podía correr y notaba muchas molestias al pisar, y al médico le contó al retirarse que había tenido un golpe rodilla con rodilla. El mal gesto hizo que la suya se abriera y de ahí el daño. Al ser preguntado en el postpartido por la posibilidad de que la carga de partidos se empiece a hacer notar físicamente en la plantilla, el galeno negó tal extremo tajantemente: «no estamos teniendo muchos más lesionados de lo normal y si nos comparamos con otros equipos no somos un equipo que esté teniendo más lesiones de lo normal y en principio la recuperación que están teniendo de los partidos es bastante buena».
Así las cosas, hacia la mitad de mayo, a falta de entre tres o cuatro partidos para final de liga, Fernando Soriano volvería a estar disponible para el míster Alcaraz, que ya de entrada se queda sin él y sin Corona, éste por sanción, para el sábado en Huesca. El maño se perdería además las citas ante Villarreal B, Cartagena, Deportivo y Hércules cuando menos, y podría reaparecer en alguno de los choques entre Barcelona B, Sabadell o Alcorcón.
