El actual director deportivo del club rojiblanco acaba contrato a final de mes, y con los cambios que según parece tiene la intención de hacer Alfonso García en la entidad que el mismo preside, no hay nada cierto en cuanto a estructura organizativa ni en cuanto a nombres. En todo caso, Alberto Benito tiene muchas papeletas para continuar en su puesto, en el que no hay respiro y ni mucho menos ahora: «acabo contrato ahora en junio, pero eso no cambia nada; estoy trabajando como si fuese a seguir, programando todo». Ha confesado querer seguir en la disciplina rojiblanca, «feliz de la vida porque mi familia está muy a gusto y yo muy contento», si bien asumiría sin mayor problema su marcha: «si no sigo, agradecer a todo el mundo mi estancia aquí y desearle la mayor de la suertes».
Mientras que una cosa u otra se produce, él sigue adelanta con la planificación de la temporada, sabiendo que cuenta con una base muy amplia de buenos jugadores. Son a fecha de hoy 16 si exceptuamos los que concluyen contrato, «más alguna posibilidad de jugadores del B». Otros equipos han comenzado hasta con 10 jugadores, por lo que la posición de partida no es mala para el Almería. Ha comentado, no obstante, que «la plantilla puede tener muchas variaciones si hay salidas, si hay ventas, pero en principio tenemos la plantilla hecha y el verano es muy largo y hay muchos futbolistas que no sé qué va a pasar con ellos porque la crisis económica está afectando a todos los niveles, no hay prácticamente traspasos y hay muchos jugadores que quedan libres». Los refuerzos se miran hacia arriba, pero en el fútbol cuestión fundamental es el tiempo, y con el paso de los días el mercado fluctuará.
El club recuperará a Pellerano y Marcelo Silva, pero «si hay algún club que les quiera tendrá que ponerse en contacto con nosotros, que a ellos les interese salir y que a nosotros nos interese su venta o su cesión». La parte más delicada llegará con Ulloa y con Bernardello, ambos futbolistas apetecibles para otros clubes. Sobre ellos Benito ha apuntado que «no ha habido ofertas en firme y yo veo casi imposible que estos dos jugadores jueguen en España, porque en España no hay dinero, no hay posibilidades». No obstante, sí espera que que » interés seguramente haya de muchos equipos, pero nosotros hicimos una inversión por ellos y no creo que ahora mismo haya equipos en Primera que puedan pagar lo que el Almería va a pedir». El caso de Bernardello, que costó 4 millones, está abierto pero con los pies en el suelo: «es imposible que un equipo pague ese dinero por un jugador que viene de Segunda; esas cantidades las pagan los equipos grandes, como Valencia, Atlético o Sevilla, por jugadores que han hecho temporadas muy buenas». Pero ha abierto otras opciones: «hay ventas, cesiones y préstamos, y este año hemos hecho préstamos por Pellerano y Marcelo; cada jugador tiene un análisis diferente».
Con lo que habrá que jugar es con la reducción del presupuesto, cuyas pautas de gasto las marcará el presidente, que «ya tuvo su primera reunión con los consejeros y empezará a tomar decisiones». Y sobre salidas, «el club no descarta a nadie; si alguien se vuelve loco por algún jugador, si hay una posibilidad buena para el jugador y para el club, no descartamos nada». Eso sí, de regalar, nada de nada: «el club ha vendido jugadores estas temporadas, como el pasado año». En todo caso, se le dará participación al nuevo entrenador, si bien de entrada «el club siempre ha tenido su idea clave para que no dependamos en exclusiva de ningún técnico». A ese respecto Benito ha dicho que «se tiene que conjuntar todo, que al club le guste el entrenador y al entrenador le guste la plantilla que haya, y para las incorporaciones siempre nos gusta comentarlas con el entrenador». Sobre la nueva figura y su perfil sólo ha dado ideas vagas: «un técnico que sea trabajador, que trabaje todos los niveles, la estrategia… que tire un poco de la cantera, que le guste jugar al fútbol, pero luego al final no es solamente lo que quieres porque también hay otras influencias, por ejemplo, cómo lo aceptará la plantilla».
No está descartada una posible continuidad de Esteban Vigo, mejor posicionado que el viejo conocido Luis Zubeldía, que sigue gustando por sus resultados -ha llevado a Racing a la final de Copa en Argentina- pero que tiene contrato en vigor: «a día de hoy es imposible o inviable». En el tema del inquilino del banquillo es en el que más se está avanzado, sin descuidar otras cuestiones internas del club que ya se ha puesto en marcha tras el bajón anímico de su presidente: «es una persona que lo ha dado todo por el Almería, que es muy efusivo, tiene altibajos; estaba muy ilusionado y después del partido estaba triste; el lunes pasó un día difícil, pero ayer estaba con ganas de empezar, de proyectos, del campo». Y es que lo sucedido esta temporada ha sido difícil de asimilar: «era un año muy complicado después de un descenso; Lucas hizo un magnífico trabajo y puso las pilas a todo el mundo para que compitieran en Segunda División, que es una categoría muy difícil». Se comenzó con el objetivo de intentar ascender, «pero sabiendo que la clave y lo primero era conseguir la permanencia, que muchísimos equipos cuyo objetivo es el ascenso acaban bajando a Segunda B».
Una vez escapado el ascenso directo hacia el mes de marzo, el mal sabor de boca es más amargo sin tener plaza de play off, pero se quiere quedar con que «se ha estado todo el año luchando y estando en ese grupo», reconociendo que ha sido malo. La explicación no es única, puesto que no existe en fútbol una sola solución a las cuestiones: «la última época de Lucas y la primera de Esteban han coincidido con un bajón importante de resultados; entras en dinámicas malas, parece que tienes menos confianza, estás peor físicamente, los rivales son mejores, tienes más miedo a perder puntos en tu estadio… yo creo mucho en las dinámicas». Pero no cabe entre las explicaciones que la plantilla haya sido corta: «yo quizás achaco más a que nos hayamos equivocado en el fichaje de algún jugador». Once futbolistas del primer equipo han jugado por encima de 2.000 minutos, pero «se han quedado sin jugar jugadores como Michel Macedo, Silva, Omar, jugadores importantísimos; seis o siete jugadores se han quedado sin jugar a lo largo del año, así que lo achaco más a que o bien nos hemos equivocado en la elección de jugadores que no tenían nivel para haber estado, o bien es culpa de ellos de no haber rendido, o bien es culpa de los entrenadores de no haber aprovechado más la plantilla; todos somos culpables».