La semana ha sido de apretar los dientes en cada entrenamiento, pero para que finalice queda todavía la hora y media más importante, que es en la que tienen los hombres de Alcaraz que poner en valor todo lo que han trabajado estos días atrás. Realmente éste ha sido mucho, con toda la intensidad posible en cada lance y con la felicitación del técnico a los futbolistas por su entrega. Pero por muy bien que se entrene y por bien que se juegue, no hay nada que asegure la victoria, tal y como se pudo comprobar en Balaídos, que fue el lugar del inicio de la mini-racha negativa.
El sentir general de los jugadores a su paso por la zona mixta tras cada sesión ha sido el de que las sangrías tienen que acabar, en plural porque hay sangría de goles recibidos primero y con ella sangría de puntos después. Y todos coinciden en que el Valladolid es idóneo para revivir la cuenta de puntos del Almería y su autoestima de equipo candidato a todo. Del rival preocupan muchas cosas, sus bandas, su rapidez arriba , su fluidez de juego, pero nadie duda de que la UDA tiene metralla de sobra para perforar la meta pucelana.
Así las cosas, está claro que como elementos clave se sitúan la obsesión de no encajar, de saber defender con concentración los balones parados y los contagolpes, y de que la suerte no sea esquiva. De hecho, el meta Esteban no es de poner ajos junto a la red de su portería, pero podría, porque el castigo ha sido muchísimo en comparación a los méritos atacantes contraídos por los contrincantes. Sobre esto último no cabe trabajo alguno ni corrección que valga, pero sí se sabe que ninguna maldición es eterna.
Vamos, que todo pasa por que el Almería sea fiel a si mismo y, por tanto, recupere su nivel. De ese modo no existe el miedo a ningún rival y los partidos restantes, 14 con éste, no tendrán que ser catalogados como finales. Lucas Alcaraz quiere sumar los máximos puntos posibles y siempre ha defendido que un equipo suele acabar donde ha estado toda la temporada. Si eso se cumple, los rojiblancos jugarán el playoff y ojalá que lo arranquen desde la tercera plaza. Eso sí, tampoco se hacen ascos a los puestos de ascenso directo, pero para ello hay que esperar algo que no está en las manos de la Unión, como es que fallen Dépor y/o Celta.
Por parte pucelana, tras reencontrarse con el buen juego y la victoria en Elche, el Real Valladolid afronta en el Estadio Zorrilla un partido que consideran «vital y muy importante para su devenir liguero». Hacen cuentas los blaquivioletas y el primero en operar es su técnico Djukic, que ha vendido en la semana que si ganan todo lo de casa están en Primera. En la nota oficial del club abundan en el tema añadiendo que «una victoria le alejaría -al Valladolid- de uno de sus perseguidores más peligrosos, el conjunto andaluz que dirige Lucas Alcaraz, y le permitiría mantener la estela del Dépor y el Celta en aras de luchar por el ascenso directo». Eso sí, haciendo gala de amplitud de miras, reconocen que «exactamente la misma importancia tiene para el Almería, que suma 49 puntos y persigue los mismos objetivos que los blanquivioletas».
Para este encuentro Djukic cuenta con todos sus efectivos, excepto con los lesionados Manucho, Varela y el portero Dani Hernández, cuyo puesto en la convocatoria es para Villanueva, arquero del filial. Además, el técnico balcánico dejó fuera de la lista a Razak, Aquino, Lázaro y Jorge Alonso, cuyo puesto en la lista de convocados fue para Nauzet, ausente en Elche por problemas musculares y que se ha superado durante la semana. Además, recupera al medio centro Nafti, sancionado en el último partido y que entra en el puesto del canterano Tekio. De este modo, la lista es la que sigue: Jaime, Villanueva, Balenziaga, Peña, Jesús Rueda, Valiente, Juanito, Baraja, Nafti, Álvaro Rubio, Víctor Pérez, Nauzet, Sisi, Jofre, Marquitos, Bueno, Óscar y Javi Guerra.
Caso totalmente contrario es el de Lucas Alcaraz, que ha viajado con tres del filial, uno de ellos forzado y los otros dos porque así lo ha querido el granadino. Y esa es la diferencia principal entre el Almería y cualquier otro equipo aspirante a la élite. No pierde ocasión de recordarlo el míster, que justo antes de facilitar la lista dejó claro que tiene bastante menos de entre donde elegir que cualquiera de sus colegas de las escuadras de arriba. Con todo, dejó en tierra por decisión técnica a Aarón y a Ortiz Bernal, sustituidos por los ‘B’ Abel y Jonathan, y las tarjetas le han quitado a Carlos García, suplido por Trujillo, también ‘B’, porque no tiene más centrales.
El ambiente, habitualmente no demasiado caliente en el conocido como estadio de la ‘pulmonía’, puede ser más caldeado que en otra ocasiones, puesto que a la victoria en tierras ilicitanas los directivos vallisoletanos han querido sacarle provecho y se han inventado una iniciativa de venta de entradas para abonados con un precio de diez euros. Como inconveniente a la afluencia de público se sitúa la televisión, ya que Canal + retransmitirá el encuentro para toda España en su horario establecido para la Liga Adelante, como es el de las 12 del mediodía. En la primera vuelta el choque acabó con empate a uno tras anular el Valladolid en el último suspiro el golazo de Corona de falta directa.
Árbitro: PEDRO SUREDA CUENCA
Cuarto árbitro: FRANCISCO LORENZO MARTÍNEZ LEMUS
Árbitro asistente 1: MATEO NICOLÁS VAQUERO AGAMA
Árbitro asistente 2: JOSÉ MARÍA SILVA LIMAS
Delegado informador: FERNANDO IGLESIAS FIGUEROA
