Multitudinario adiós de Almería a Félix Crespo seis días después del infarto

A primera hora de la tarde ha tenido lugar el funeral de Félix Crespo en las instalaciones del Tanatorio de Almería, al que fue trasladado su cuerpo sin vida tras fallecer ayer por la tarde en una habitación de la tercera planta del Hospital Torrecárdenas. Una vez comprobado que médicamente no iba a ser posible hacer nada más para conseguir que viviera, y pasadas varias horas en las que su situación empeoraba por minutos, se decidió que la familia pudiera estar con él en el momento en el que muriera, algo que en la UCI no es posible.

Durante toda la noche y toda la mañana han sido miles los almerienses que han pasado por el velatorio del futbolista veterano del Plus Ultra, capitán durante muchos años del Muebles Mago de fútbol sala y funcionario de prisiones en el Centro Penitenciario de El Acebuche, en el que además era delegado sindical de CSIF. Pero no solamente el mundo del balompié o sus compañeros de sindicato se han dado cita para darle una despedida dolorosa para todos, sino que han sido ciudadanos de las más diversas procedencias los que han querido mostrar su apoyo y cariño a los familiares y amigos más cercanos de este deportista de tan solo 34 años de edad.

Al filo de las cinco de la tarde el ataúd con los restos de Félix Crespo ha sido introducido en el coche fúnebre, viviéndose entonces los momentos de máxima emoción por la cercanía del último adiós a un hombre que ha recibido en las pasadas horas todo tipo de elogios hacia su persona y profesionalidad, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Y es que las condolencias provenientes de todos los rincones no han cesado de producirse y las reacciones de quienes lo han conocido han sido muy clarificadoras en torno a los valores que atesoraba. Sus restos mortales han sido incinerados.

La Policía Local de Almería, de la que es integrante el hermano de Félix, ha estado muy presente en el propio funeral para después tomar posiciones en las dos rotondas que dan acceso y salida al Tanatorio, la de la Cuesta de Los Callejones y la de Torrecárdenas con la Avenida del Mediterráneo Norte, previendo la masiva afluencia de vehículos en ese radio de acción. De hecho no quedaba ningún aparcamiento libre en las inmediaciones y una vez concluido el acto religioso se ha tenido que facilitar la salida de todos esos coches para evitar la congestión en un nudo de por si problemático para la circulación.

El fútbol provincial le rendirá este fin de semana un homenaje en forma de minuto de silencio en cada uno de los campos en donde se vaya a disputar un partido, incluido el UD Almería – Barcelona B, máxime teniendo en cuenta que era asiduo a la grada del Mediterráneo. Además, desde el Consejo de Dirección de El Acebuche se ha acordado por unanimidad proponer a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias que le sea concedida la Medalla al Mérito Penitenciario, por su trayectoria profesional y dedicación a la Institución.

Recordemos que Félix Crespo sufrió un infarto agudo de miocardio en pleno partido entre su equipo, el veterano del Plus Ultra, y La Cañada en el Estadio Municipal de Huércal de Almería el pasado sábado día 5 de mayo. Salió desde el banquillo y a los diez minutos, cuando se había disputado apenas media hora de choque, se sintió indispuesto, levantó el brazo y cayó desplomado sobre el césped. Rápidamente dos de sus compañeros le practicaron la reanimación cardio pulmonar durante 15 minutos y sobre el mismo terreno de juego hasta que consiguieron devolverle el conocimiento.

Su traslado en Torrecárdenas se produjo acto seguido en ambulancia e ingresó directamente y consciente en la Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo Hospitalario. Las horas siguientes al ataque iban a ser las decisivas, pero no fueron nada positivas para el futbolista, que dos días después entraba en estado crítico, del que ya no ha salido en ningún momento. Dentro de su gravedad, lo más que consiguió fue estabilizarse durante unas horas, que fueron las previas al fatal desenlace que finalmente se produjo pasado el mediodía de ayer, 10 de mayo, cinco días después de haber sufrido el demoledor ataque a su corazón. Las secuelas que el infarto dejó en su organismo le hicieron depender de varias máquinas para seguir viviendo un poco más, en busca de una reacción milagrosa que no ha llegado.