Ya estaba advertido. No se iba a ver mucho de lo que quiere Esteban Vigo, como él mismo pronosticó en la rueda de prensa de su presentación. Nada que objetar al respecto ni nada que achacarle al técnico malagueño, por supuesto, pero lo malo es que tampoco se vio todo lo de Alcaraz, sino que se quedó en un mal sucedáneo o una mala versión del juego efectivo al que el Almería nos tenía acostumbrados. No se ganaba, pero tampoco se perdía, y hoy ha tocado hincar la rodilla ante un Huesca que ha hecho bien poco para doblegar a todo un, todavía, ‘aspirante al ascenso’.
Se vengó Omar, que salió por la puerta de al lado de la disciplina rojiblanca, a la que llegó lesionado desde el Tenerife, como también lo hizo Marcelo Silva, y marcó el tanto que hace que la UDA se vea apeada de los puestos de playoff por primera vez en muchísimo tiempo. De hecho, ya casi nadie se acuerda de esas posiciones que vuelven a pisarse en el peor momento, porque llega la recta final del campeonato de liga y es ahora cuando no se puede perder comba. Pero el Almería parece haber perdido hasta la cuerda, puesto que se ha puesto a sumar partidos sin ganar y ya lleva siete consecutivos.
Lo que se veía venir por parte de la directiva ya ha llegado, pero sin Lucas Alcaraz, que probablemente podría haber defendido mejor los intereses del club en este encuentro por tierras oscenses. El martes, antes de su cese, ya había dejado ver los cambios que planificaba, más por la banda derecha que por la izquierda, como ha hecho Esteban en el día de hoy. Además, se sabía que no se podía contar ni con Soriano ni con Corona, o sea, el 66% del centro del campo de tres habitual, y seguramente el granadino sabría una mejor solución aunque sólo fuera por conocimiento de la plantilla. Pero a lo hecho, pecho. Eso es lo que tiene que aplicarse el Consejo del club que lo cesó tres días después de haber empatado ante el Xerez.
Reiterando que no hay nada que objetar al ‘Boquerón’ Esteban, el malagueño planteó una defensa con la vuelta de Bautista al lateral izquierdo y la incorporación de Jakobsen como compañero de un sobrio, como siempre, Carlos García. Lo demás ha sido lo previsto por las ausencias en la zona ancha, con Bernardello de inicio y Goitom de enganche. Así ha arrancado la primera parte de Vigo al frente de la Unión Deportiva Almería, con lo parecido a Alcaraz pero con lo curioso de no apreciarse ningún detalle de su propia cosecha, por nimio que resultara. Eso sí, se vio a un equipo más reservón, sin dar un paso al frente para intentar ganar el choque desde el principio, sin apenas llegadas y sin ninguna ocasión clara de gol, exceptuando una entrada por el centro de Goitom tras centro de Juanma Ortiz, que no fue bien rematada por el sueco, y un cabezado con pies en el suelo de Jakobsen en el segunda palo, tras servicio de Aleix Vidal, que despejó su marcador a córner.
Lo que sí nos dejó esa primera mitad es lo negativo de un penalti muy claro no pitado por Prieto Iglesias y cometido sobre Juanma Ortiz tras recorte a Helguera dentro del área cuando intentaba perfilarse para el disparo. En directo se vio meridianamente claro, y en la repetición no cupo lugar a la duda. El central azulgrana deja la pierna puesta para que el interior rojiblanco tropiece, y en esas Juanma no se tira porque ya huele a gol y quiere chutar a puerta. A esto cabe unir que Goitom tuvo que ser sustituido en el minuto 33 al estar presumiblemente tocado muscularmente hablando, dando paso a Aarón. Por último, en relación a lo malo de esa primera parte, Ulloa vio una amarilla absurda que hace que se borre del sigueinte partido ante el Villarreal B, a disputarse el viernes que viene desde las 21:00 horas en el Mediterréno. A todo esto, y ya en la segunda mitad, también vio la quinta cartulina Verza, que queda igualmente suspendido y no podrá vestirse ante el filial amarillo.
Ya en la narración de ese periodo, avisó primero el Almería, que tenía más ganas de vencer, y Jakobsen lanzó con potencia una falta desde lejos que tocó en la defensa y que por poco sorprende a Luis García. Pero también avisó el Huesca, con Camacho echándola por arriba del larguero cuando se encontraba en boca de gol. De nuevo un balón parado por poco le cuesta un tanto en contra a los rojiblancos, ya que venía procedente de un córner. Parecía que los dos equipos querían recuperar todo el tiempo perdido en la primera parte, y Bernardello empezó a crecer en el centro del campo. Como ejemplo de que tomó galones, mandó un balón largo a Aarón que cortó de cabeza el meta Luis García, quien en la siguiente jugada hizo una parada de mérito al ilicitano tras lanzamiento desde dentro del área.
Pero la venganza de Omar se estaba fraguando y la que tuvo la metió. Un extremo, Núñez, desde la derecha la puso al segundo palo, por el que aparecía el otro extremo, Omar, que golpeó en bote para sortear por encima el cuerpo de Esteban y la cabeza de Rafita. El ex del Almería remacha ante una defensa de tres, en la que no apareció Jakobsen. Después la Unión hizo méritos para empatar, pero a través de alguna acción individual, como la protagonizada por Aleix Vidal, que sentó a tres defensas antes de disparar por arriba y cruzado. Además, la petición de penaltis continuó, en este caso con Ulloa solicitando la pena máxima en una de las múltiples veces que fue agarrado de manera flagrante dentro del área. Todo surgió de otro balón largo portentoso de Bernardello, en este caso a la carrera de Juanma Ortiz. Ulloa no pudo llegar al centro porque se lo impidió la acción punible de Camacho.
Era sin duda el mejor Almería, pero perdía sin remedio y para desesperación general, empezó a caer en las redes del juego trabado de los experimentados centrocampistas oscenses. Es cierto que resultaba muy previsible en sus acciones, pero no lo es menos que generó algunas acciones que lo hacían merecedor de unas tablas menos dolorosas que la derrota. Agarrones sin cesar a Ulloa se hicieron norma, pero el colegiado no pitaba penalti sino que advertía verbalmente a los zagueros blaugranas, algo que evidentemente sobra, ya que su función es la de castigar con la pena máxima. Llegaron dos más para los rojiblancos, una para Aarón, cuyo chut a un balón de cara servido por el argentino salió muy centrado, y otra para Jonathan, el chaval que salió para resolver la papeleta faltando un cuarto de hora, quien se adelantó en un saque de esquina y en el primer palo a Corona, pero cuyo disparo se fue arriba.
El final fue de impotencia, sin respuestas ante el oficio de los hombres de Quique Hernández para jugar, o mejor dicho, no jugar nada de los tres minutos de añadido. Fruto de esa sensación fue la cartulina a Verza antes comentada, por protestar la acumulación de acciones en el área del Huesca sin que Prieto Iglesias quisiera llevar un poco más allá sus amonestaciones verbales. Esto sucedía igualmente casi en el término del choque, algo que se podría haber ahorrado por las consecuencias que acarrea. Antes, y por las mismas sensaciones, Paco Imbernón, el preparador físico del equipo, fue expulsado del banquillo por quejarse al cuarto árbitro.
En definitiva, y dejando claro que un mal Almería no debió perder sino empatar, queda la sensación de que el choque se había entregado antes de jugarlo. De este modo, la era de Esteban Vigo empezará el próximo viernes, cuando queden 10 jornadas para la conclusión de la liga, 33 puntos en juego, y el Almería comience el sprint final fuera de la zona de playoff, tal y como se ha visto tras su largo, tedioso y triste viaje al otro extremo norteño de España. Ha sido más de lo mismo, pero un poco peor, y van siete.
FICHA TÉCNICA:
1 – SD Huesca: Luis García; Llamas, Corona, Helguera, Camacho; Luis Sastre; Nuñez, Rosas ( D. Vazquez, m. 46), Larena ( Tariq, m. 46), Omar, y Roberto ( Sorribas, m. 84).
0 – UD Almería: Esteban; Rafita ( Jonathan, m. 73), C. García, Jakobsen, Bautista; Bernardello, Verza; Ortiz, Goiton ( Aarón, m. 33), Vida,l y Ulloa.
Gol: 1-0, M.55: Omar.
Árbitro: Iglesias Prieto (Colegio Navarro). Mostró tarjetas amarillas a: Corona, D. Vazaquez y Omar del Huesca; y a Ulloa, Verza, C. García y Rafita por parte del Almería.
Incidencias: Partido correspondiente a las 33 jornada de Segunda División disputado en el campo del Alcoraz ante unos 3.100 aficionados, en tarde soleada y con viento.