Cuando no van las piernas porque no tienen la frescura óptima, por mucho que la mente quiera no hay modo de que las cosas salgan como ella quiere. Desde el principio mismo se vieron dos velocidades, la del Valladolid, más rápida, y la del Almería, mucho más pausada. La una contra la otra deparó que los pucelanos estuvieran cómodos y que siempre encontraran superioridad en sus acciones, tanto en ataque como en defensa. La misión rojiblanca, por tanto, tenía que ser la de aguantar y dosificar cada gramo de energía para una salida certera. Pocas balas en la recámara requieren buena puntería. Pero desde el minuto 5 se iba por detrás en el marcador, Manucho, tras serle bien anulado un gol por fuera de juego, Óscar Díaz, así que el tiro tenía que ser para el empate, que no era malo.
De este modo, sufrió casi toda la primera parte una UDA totalmente partida en cada jugada, defendiendo los defensores e intentando atacar los atacantes, sin actuar como un equipo, superados en número y fuerza los de atrás, y atascados entre blanquivioletas los de arriba. En ese panorama Esteban hizo su papel habitual de salvador con tres paradas de gran mérito y una salida que concluyó con un choque a Manucho con el balón dividido muy protestado por el público y el banquillo y que no fue ni considerado falta por parte del segundo Teixeira Vitienes que pitó al equipo en dos días y medio. También Suso se erigió en la otra parte del campo como el referente, para manejar los pocos segundos de cuero de los que disponían los almerienses en cada jugada y hacer el único tiro a puerta serio.
El Valladolid erró, por aquello de la falta de puntería precisamente, queja amarga de su entrenador Juan Ignacio Martínez tras caer en Anoeta, varias ocasiones claras, sobre todo en las botas y en la cabeza de un activo Javi Guerra. La primera fue un buen remate de cabeza que detuvo el asturiano y la segunda un disparo desde la frontal ajustado al palo que obligó a una estirada enorme del meta, pero provocado por la falta de contundencia defensiva a la hora de sacar el balón o de cortarlo. Víctor Pérez era un problema también, así como el entendimiento entre el mismo Guerra, Larsson y Manucho, si bien fue Óscar a la media vuelta el que obligó por tercera vez a Esteban. A falta de siete minutos para el descanso el Almería tuvo un poco más de balón, y se ganaron las tablas con ‘solo’ 1-0.
La segunda mitad comenzó con el Valladolid dándose cuenta de que no podía dejar viva a la UDA y Óscar Díaz avisó con un disparo lejano que se marchó desviado y Rafita con un centro que rozó Marc Valiente para envenenarse e irse a córner, muy bien lanzado por Corona pero sin rematador. Una bala gastada y defensa desguarnecida para el contagolpe siguiente, que Esteban desbarató deteniendo el lanzamiento de Larsson. Todo ello pasó en cinco minutos, más después un lanzamiento de falta alto de Víctor Pérez, pero lo más trenzado ya estaba tejiéndose por parte rojiblanca. Suso puso un centro que dejó pasar Óscar Díaz de manera magistral para que Aleix Vidal cruzara en exceso desde cerca y llegando desde atrás. Pucela se ponía nerviosa en el minuto 9.
Lo de después fue la raza de gladiador, con Corona intentando entrar desde atrás buscando paredes y ya con Jonathan refrescando por Soriano. Tocaba echar el resto, pero se le cortó la digestión al Almería con una patada al aire de Javi Guerra cuando tenía todo para hacer el segundo tanto servido por su socio Larsson, y se lo pensó un poco más hasta que entró Rodri buscando esa misma asociación pero con Suso. Sin apenas fuelle físico consiguió el equipo de Francisco situarse más cerca del área vallisoletana, y Mané probó dos veces el disparo, pero sin problemas para Jaime. A latigazos se movían los locales, y en una salida rápida provocaron una falta que Rueda lanzó a la parte superior del larguero en el 71, y encima Torsiglieri regaló su expulsión a falta de un cuarto de hora cuando encima iba con ventaja sobre Manucho.
Se creció el Valladolid y se quedó tocado el Almería, salvando Tébar como reubicado como central un gol cantado cruzándose ante Óscar dentro del área cuando Esteban se había tirado ya hacia el otro lado. Había que poner tranquilidad, se estaba vivo y restaban minutos, pero también es cierto que conforme avanzaba el reloj más pesaban las botas. El centro del campo se quedó íntegro para Azeez sustituyendo a Corona a falta de nueve minutos, y el Valladolid perdonó o no se atrevió o no pudo del todo. Trujillo hizo otra demostración más, rematando como delantero y despejando como defensa, eso en el minuto 88, pero su garra no tuvo recompensa incluso con dos saques de esquina a favor sobre el 90 y en el descuento malogrados y un último disparo de Azeez cuando tenía pase a Aleix Vidal, mejor colocado. Con dos días y medio de separación entre un partido y otro no se puede pedir más.
FICHA TÉCNICA:
UD Almería: Esteban; Rafita, Trujillo, Torsiglieri, Mané; Tébar, Corona (Azeez, min. 81); Suso, Soriano (Jonathan, min 59), Aleix Vidal; Óscar Díaz (Rodri, min. 66)
Real Valladolid: Jaime; Rukavina, Rueda, Marc Valiente, Peña; Larsson (Omar, min. 84), Rubio (Rossi, min. 73), Víctor Pérez, Óscar; Manucho, Javi Guerra (Jeffren, min. 73)
Goles: 1-0, min. 5: Manucho
Árbitro: Teixeira Vitienes, Fernando (Comité Cántabro). Mostró cartulina amarilla a Rukavina (min. 6) y a Larsson (min. 79) por parte del Valladolid. Expulsó por doble amarilla a Torsiglieri (min. 25 y min. 74) por parte del Almería.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de la Liga BBVA disputado en el Estadio Nuevo José Zorrilla de Valladolid ante … espectadores.
