Una vez cumplido el objetivo de mantener al Almería B en la división de bronce de nuestro fútbol, y a pesar de haber costado un poco más de lo que se pensaba, todos los integrantes de su plantilla han aumentado la atención en el primer equipo y están deseosos de entrar por primera vez en una convocatoria o de repetir, si es que lo habían hecho con anterioridad. De ahí a poder disputar algunos minutos hay un salto mucho más pequeño, así que lo primero es aprovechar al máximo las llamadas para entrenar con Esteban Vigo, que es el que decide.
No ha sido extraño, sino todo lo contrario, que los hombres del filial se hayan sentado en el banquillo de Lucas Alcaraz, llegando incluso a desplazar a hombres del primer plantel que sí estaban disponibles pero que fueron excluidos por decisión técnica. Ahora, en la nueva era, van a llegar más oportunidades por las secuelas de la temporada en los que más minutos han disputado y por los ciclos de tarjetas que poco a poco se van completando. A esto hay que añadir que el ‘Boquerón’ se ha autodefinido como un hombre de cantera, amante de los filiales, a los que incluso ha entrenado en varias ocasiones -no podía ser menos si recordamos su pasado culé-.
En esta semana, ante la duda de Goitom y las bajas confirmadas de Ulloa y Soriano, la UDA se podría quedar con 15 futbolistas profesionales para la cita ante el Villarreal B, así que va a ser obligado que al menos 2 ó 3, si no más, de los jugadores de Francisco sean convocados. Además, el ‘B’ descansa porque le corresponde jugar con el Poli Ejido. Han sido muchos los nombres que han pasado por los entrenamientos de estos días, a razón de seis cada sesión, algunos de ellos repitiendo. Tal y como está la situación, tienen más opciones los de medio campo para arriba.
Es el caso de Pablo Pallarés, que ha agradecido a Alcaraz la oportunidad de poder jugar en Segunda División y que ya está centrado en convencer a Esteban, «trabajando a tope para que si el míster decide llamarme, hacerlo lo mejor posible, y ojalá que sea así». No se puede desfallecer si no toca estar con los mayores, y eso hay que tenerlo claro: «nosostros somos jugadores que podemos estar arriba o abajo, pero ese es nuestro trabajo, lo que nos gusta hacer, y es un placer estar con el primer equipo y luego bajar con el segundo».
El ariete está más tranquilo una vez conseguida la permanencia, pero «siempre queremos ganar partidos e ir a por todas y si toca esta semana trabajar aquí pues a trabajar al máximo». Está pendiente de la espalda de Goitom principalmente, si bien su posición mejor con la de Ulloa, que será baja segura, así que toca «estar muy fuerte y si toca jugar estaré encantadísimo y demostrando al nuevo míster que también puede contar conmigo». Sería muy bonito entrar en el once titular, y cree que existen posibilidades, con la curiosidad de que el partido es contra otro equipo filial, evidentemente de otra categoría, pero un filial al fin y al cabo.
Otro de los canteranos que se ha ejercitado durante la semana a las órdenes del ‘Boquerón’, que incluso lo nombró en su rueda de prensa haciendo referencia a su calidad, Cristobal, bastante menos habitual que varios de sus compañeros del ‘B’ a lo largo de toda la temporada: «tenía bastantes ganas de venir porque hacía tiempo que no estaba en la dinámica del primer equipo, y con ganas de agradar al nuevo míster y de demostrar cosas y a llegar a lo máximo que se pueda». De Vigo conoce lo que ha preguntado a otros compañeros: «le gusta bastante el balón y tratarlo bien».
Conoce las dificultades de poder entrar en la convocatoria, pero no pierde la ilusión ante la regularidad que sí han tenido Pallarés, Jonathan o el mismo Abel. El cambio de técnico, según ha podido comprobar ya en primera persona, no ha afectado tanto a los jugadores: «tanto la plantilla como el cuerpo técnico que queda te reciben igual, tienen la misma mentalidad, con la misma dinámica, y yo no le he visto nada acusado y veo al grupo bastante bien». Como no podía ser de manera más inteligente, Cristobal asegura aprender de Francisco, haberlo hecho de Alcaraz y seguir haciéndolo de Esteban: «de cada uno se aprende algo y todos aportan algo nuevo».