El Almería se la juega y no hay más. Con esto se podría poner punto y final a esta previa de un partido a cara de perro, entre dos equipos de trayectorias similares en la segunda vuelta y que se diferencia en el granero de puntos que la UDA consiguió reunir para estar todavía soñando con el playoff. Las rentas ya se perdieron del todo, y las oportunidades se han agotado. O se gana o se tiene que esperar un milagro. Aún ganándose, hay que rezar mucho, pero se puede conseguir. Pero hay que vencer como sea en la Nova Creu Alta, aunque el equipo haya viajado con cuatro jugadores del filial. Eso es lo que hay y con eso hay que jugarse el poder luchar por el ascenso.
Las bajas de Juanma, Michel, Goitom y Bautista, los tres primeros por lesión y el último por sanción, no tienen que salir a relucir sobre el césped catalán, y además se ha recuperado a Soriano después de cinco semanas de inactividad forzada por la rodilla. Además, se cuenta con el factor ‘sorpresa’, con el otro recuperado después de largos meses de inactividad inexplicable, como es el Gran Capitán José Ortiz Bernal. El del Zapillo, junto con el maño, revolucionó el ataque almeriense en los minutos que le dio Esteban Vigo ante el Barça B, y además marcó después de que sus compañeros no fueran capaces de hacerlo tras alguna decena de tiros a puerta. Y no fue extraño, sino lo que todo el mundo menos los inquilinos del banquillo rojiblanco ya sabían que sucedería el día en el que este ‘veterano juvenil’ tuviera su oportunidad.
Ya que todo se va torciendo, ya que el juego del equipo no consigue sacar los partidos, hay que buscar algún plus, algo diferente pero efectivo, como puede ser el espíritu de Ortiz Bernal, que es el de Juan Rojas, que son los de los dos ascensos del Almería. La grada lo quiere, y la grada puede también asumir responsabilidades en este proyecto si se quiere que sea conjunto, entre todos, de la ciudad y de la provincia. Lo saben también los japoneses, como el chaval que apareció justo antes de que partiera el equipo hacia el aeropuerto y que iba buscando a un único jugador para hacerse con orgullo una fotografía. Buscaba al capitán, que no tuvo ningún inconveniente en posar con su fan nipón. Ojalá que le dé suerte, si es que tuviera continuidad hoy.
Los entrenamientos a puerta cerrada han sido protagonistas los dos días serios de preparación, y el ‘Boquerón’ Esteban sabe que hay que ir a morir, porque no se depende de si mismo, sino de lo que quiera hacer el Córdoba desde aquí hasta el final. Si a los de Jémez les da por no peder y al Hércules por no fallar mucho, el Almería ya puede ganar todo que no jugará el playoff, pero está el as en la manga de algún que otro enfrentamiento directo y también el de los llamados por el técnico malagueño «resultados extraños». Mucha tácnica, estrategia la justa, y sobre todo puntería. Ya se ha cansado el míster de ver fallar ocasiones ‘a casco porro’. Con esa eficacia, casi nula, no se va a ningún lado, y lo peor es que el pichichi Ulloa anda depresivo, más que cansado, que también.
Por parte del rival, en el límite del descenso pero con el balón de oxígeno del descenso de rebote del Villarreal B y de la derrota segura del Guadalajara (anoche se suspendió su partido ante el Celta con 0-3 en el marcador y 9 minutos por jugar, todo por un apagón), también la racha es negativa, con cinco sin ganar. Su juego es equilibrado y de toque, con calidad, y eso es algo bueno para el Almería, que a todo esto no estará solo en territorio ‘enemigo’, puesto que hay una peña llamada ‘Las Migas’ afincada en Terrassa y que dejará la garganta animando al equipo de su tierra o de la tierra de sus padres. Algunos valientes también viajarán desde aquí, y todos ellos estarán pendientes de la radio y del Alcorcón – Elche, del Recreativo – Córdoba y del Hércules – Numancia.
Árbitro JOSÉ RAMÓN PIÑEIRO CRESPO
Cuarto árbitro IVÁN GONZÁLEZ GONZÁLEZ
Árbitro asistente 1 DAMIÁN ABRIL DE LA HORRA
Árbitro asistente 2 FRANCISCO VILLANUEVA DÍAZ
Delegado informador JOSÉ ANTONIO MAZORRA FREIRE