La conversión de lo que es actualmente a lo que debería ser para su uso habitual está ya en marcha. La UD Almería lo ha anunciado oficialmente a través de su página web y supone la confirmación de lo que el periódico gratuito del club adelantó hace un par de semanas. El alcalde de la ciudad daba el visto bueno a las pretensiones de Alfonso García Gabarrón, presidente de la entidad rojiblanca, que venía persiguiendo desde hace varias temporadas que desaparecieran las pistas de atletismo para lograr una mayor cercanía de la grada al terreno de juego. Sus declaraciones exactas fueron que coincidía «con quienes piensan que el estadio sería más práctico como campo de fútbol, sin pista de atletismo».
Esto comenzará a ser una realidad desde el próximo lunes, fecha en la que se arrancarán las obras con las que se transformará, efectivamente, el estadio de los Juegos Mediterráneos en un campo de fútbol. El club toma así literalmente la palabra del primer edil capitalino y logrará que la metamorfosis esté concluida justo a tiempo para el comienzo de la siguiente campaña, prevista en un principio y si la Asociación de Futbolistas Españoles no lo impide, para la mitad del mes de agosto. Quedarán, por tanto, dos meses por delante en los que se tendrá que trabajar muy rápido.
Lo primero que se ajustará con esta medida es el aforo a la masa social real con la que cuenta el Almería, ya que se ha elegido tener capacidad para 10.000 espectadores (en el último partido ante el Alcoyano, y como excepción, hubo 10.458), más que de sobra teniendo en cuenta la media de asistencia de la temporada, aproximadamente situada en 6.000 hinchas, que son los abonados en definitiva. Eso sí, con esta transformación se quiere contar con un aliciente para que los aficionados se ‘alisten’ a lo que quiere ser un proyecto ilusionante ya desde el minuto cero y sostenido en unos cimientos robustos, nunca mejor dicho.
El disfrute del fútbol no es el mismo desde la distancia que desde la cercanía a los jugadores, y eso debe llamar a tener una buena campaña de abonos para la temporada del regreso a Primera División, teniendo en cuenta que se mejorará ostensiblemente la visión de lo que suceda en el terreno de juego. Pero quienes más ganarán serán los futbolistas locales, puesto que sus incondicionales los podrán arropar de una manera mucho más intensa y los rivales notarán la presión que supone jugar fuera de sus propios campos, algo con lo que el Almería jamás ha podido contar desde que saliera del mítico Juan Rojas.
Se marca así el inicio de la temporada 2012-2013 y el club asegura que se limita a hacer caso a una gran parte de afición local, que viene pidiéndolo desde hace mucho tiempo. No es precisa una gran obra, sino más bien una reestructuración del Mediterráneo. Los trabajos que se van a desarrollar consisten en desplazar el terreno de juego hacia tribuna, por lo que se tendrá que levantar la pista del estadio de esta zona con el fin de preparar el suelo para la implantación del césped con su correspondiente sistema de riego. La tribuna del estadio se mantendrá como está actualmente. No en vano, en su estructura se encuentra toda la logística necesaria, como vestuarios, los espacios para los medios de comunicación, el palco de autoridades o las centrales de telefónica y de informática de la instalación.
Una vez realizada esa parte, se llevará a cabo la colocación de las gradas supletorias instaladas en su día, con el ascenso a Primera, en el anillo superior del estadio -las rojas-, que serán trasladadas a pie de campo y conformarán el nuevo graderío de preferencia y de fondos, justo detrás de las nuevas porterías. De este modo el terreno de juego quedará rodeado y cerrado y las butacas estarán muy cerca de los protagonistas. Supone igualmente que en el caso de ser necesaria una ampliación se podría lograr fácilmente, eso si sorprendiera el venta de abonos o de cara a una hipotética vuelta a la Liga BBVA.
3 respuestas
quee wapooo see baaa a quedar
me llamo chapoticas ii soi abonado el campo se ba a quedar perfect craciass alcadee
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