El técnico rojiblanco perdió los nervios con el penalti repetido que Verza falló de segundas, a pesar de que estuvo bien señalado por parte de Del Cerro Grande si es que se aplica el reglamento a rajatabla. El problema es la disparidad de raseros dependiendo de los equipos a los que se arbitra, y Francisco Rodríguez no lo dice pero ya es un poco escéptico en ese sentido. Tras saber que tenía amarilla después de esa jugada no pudo controlarse porque lo del silbido de Aguirre fue clamoroso, y si él lo oyó estando un par de metros más alejado que el cuarto árbitro, éste lo tendría que haber oído igual. Indignado por lo que estaba sucediendo, el almeriense tuvo que coger el camino del vestuario prematuramente.
Sobre la jugada más polémica, la que originó la tangana, no se cortó a la hora de decir que le parece poco deportivo «por parte de quien haya sido» Sin querer señalar a su homónimo, siguió apuntando que «no me parece ni de pícaro ni nada; ellos lo saben, los jugadores lo han dicho, pero el expulsado soy yo en una acción de ese tipo». Las imágenes no han dejado lugar a la duda y sí en muy mala situación al míster periquito, cazado en un vídeo publicado por Marca. Eso ha ocupado parte de su intervención, pero en cuanto a lo demás, ha reconocido lo mal que se ha centrado pero ha dicho estar contento con el compromiso.
Por su parte, Javier Aguirre restó importancia al lance negando que hubiera sucedido nada extraño, siendo además muy contundente en su explicación a cómo se tiene que hablar en el campo ante tanta cámara y tanto micrófono. También negó rotundamente un gesto obsceno hacia Fernando Soriano, con el que dijo además tener una buena relación. En todo caso, su modo de ver las polémicas del partido lo dejan en una situación delicada ante la opinión pública, y eso que se hizo totalmente el sueco durante el lío montado en torno a su banquillo. Por lo demás, considera que pueden estar contentos con el esfuerzo hecho bajo el sol y que si hubiera ganado su equipo no habría sido injusto.
