sábado, 20 abril 2024

La sede de la histórica Peña Athlétic Club Plaza de Toros de Almería echa la persiana

15 febrero 2013
Almería
El Athlétic de Bilbao tiene muchos seguidores en toda Andalucía

Cartel que indica que ahí hay seguidores del Athlétic

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Tras la gran solera acumulada en este lugar, los seguidores del equipo de Bilbao buscan otro acomodo

Como no, tenía que ser la maldita crisis la que se llevase por delante un rincón de encuentro, amistad, cultura y deporte. Todos esos elementos han definido siempre a la Peña Athlétic Club Plaza de Toros de Almería, sita hasta esta semana en la calle Doctor Paco Pérez, número 30, de la capital almeriense. No podía ser de otro modo teniendo en cuenta el equipo de sus amores y su impresionante tradición. Se trata casi de un incunable del balompié, mucho más que centenario, aferrado a su raíces, descarado ante el puro negocio en el que se convirtió hace tiempo el fútbol mundial, y más el europeo.

Pero como su Athlétic del alma, la Peña almeriense no cede al capital ni a la ambición que no sea procedente de la deportividad y el honor, respeto al contrincante y reconocimiento de lo bueno que tienen los demás. Por ello se podrán cerrar las puertas al público en general y a los simpatizantes del equipo bilbaíno, pero el sentimiento sigue y se va a demostrar que el traje no hace al fraile, que sin sede por culpa de los 500 euros de alquiler mensual y de las subidas de la luz y del agua, se puede continuar profesando la religión rojiblanca de pantalón negro, la del único equipo que puede mirar cara a cara a los todopoderosos Real Madrid y FC Barcelona echando mano de su historia.

Todo es más caro, los productos, los impuestos y la conservación de la cantera de aficionados de los clubes que no sean los supermediáticos merengue y blaugrana. Con todo, afición almeriense al Athlétic será eterna, porque ya ha pasado lo peor y porque se tiene paciencia cuando las hornadas de futbolistas de rayas rojas y blancas no terminan de asaltar las alturas. Los niños aprenden que los abuelos de sus padres ya eran del equipo de Bilbao, y que sus propios abuelos siguieron siéndolo, y que sus padres se emocionan escuchando rugir al león y a San Mamés aunque sea por la tele. Muchos de ellos quizá ni hayan pisado La Catedral, pero sueñan con poder hacerlo y la Peña se lo pone un poco más fácil.

Esos son los verdaderos hinchas, los no obligados por nada ni por nadie, los que a pesar de que se ven rodeados de compañeros de colegio del Madrid o del Barça eligen conformarse con los escasos minutos que los gigantes dejan en el tiempo de deportes de los informativos. La única peña en la que en la capital de Almería del Athlétic Club de Bilbao baja sus persianas, pero sus integrantes ya han buscado «acomodo de una manera más humilde a la hora de poder presenciar los partidos de los leones». A partir de ahora, su punto de reunión y concentración será la Asociación Cultural Encanto Almeriense, situada en el mismo barrio, en la calle Restoy, número 60, «la cual ha acudido a la llamada de socorro y ha cedido sus instalaciones para las reuniones de los peñistas rojiblancos».

Julen Apoita, que es el presidente de la peña bilbaína, ha querido agradecer el gesto de esta Asociación Cultural, que ha resultado indispensable «para poder mantener a flote una embarcación que, por momentos, se veía abocada al naufragio, pero que el espíritu de Rafael Verdegay Barranco (nuestro querido Kiko) ya se encarga de reflotar y llevar a buen puerto un proyecto que jamás debe de perderse».