Los dos conjuntos de la provincia de Almería en el grupo IX de la Tercera División siguen como siempre, sin ningún cambio, y eso que era complicado repetir lo que sucedía la semana pasada en el caso del Huércal. El Palo vino al municipal de la localidad del Bajo Andarax y se marchó sin poder jugar por causa de un aguacero a primera hora del domingo, y el domingo los que se dieron el viaje en balde fueron los verdiblancos. Málaga amanecía inundada y el terreno de juego del Atlético Malagueño estaba impracticable, por lo que los de Fran Benavente acumulan dos semanas seguidas de parón. La visita al filial del Málaga CF era todo un reto, y la expedición iniciaba el viaje a las seis de la madrugada del domingo dirección a la capital malacitana.
El Huércal quería los tres puntos para seguir el camino hacia la parte alta de la tabla, pero durante toda la noche del sábado la Costa del Sol sufría una fuerte tormenta, semejante a la vivida en Almería el pasado fin de semana. El equipo blanquiverde llegaba al estadio a las 10.00 horas y se encontró ante lo que sería un deja vu: el terreno de juego, de césped natural, de la ciudad deportiva malagueña se encontraba inundado como consecuencia de toda el agua caída durante la noche y gran parte de la mañana. El colegiado Pozo Ramos se dirigió a ambos delegados para comunicarles que si la situación continuaba así no se podría disputar el encuentro. El partido debió de comenzar a las 11.30 de la mañana, y media hora antes del comienzo del mismo el arbitro realizaba la prueba de rigor para comprobar si el balón rodaba por el césped y así poder dar comienzo al encuentro. Fue imposible, ya que el cuero quedaba flotando en el terreno de juego, por lo que se optó por la suspensión.
Ya es la segunda vez en una semana que la lluvia impide al CD Huércal disputar sus partidos correspondientes a las jornadas 12 y 13 del campeonato. Ahora los verdiblancos deberán esperar una decisión sobre cuándo se jugarán ambos choques, los dos ante equipos de la zona alta de la clasificación. En casa será ante el Palo y a domicilio ante el Atlético Malagueño, y de ganar los dos, los huercalenses se encaramarían a puestos de promoción de ascenso. En caso contrario, el de perderlos, se quedarían más cerca de la zona peligrosa que de la parte tranquila, donde actualmente se encuentran con dos partidos menos y 16 puntos. Eso sí, los cuatro últimos van muy descolgados y las complicaciones no entran en los planes de Benavente y los suyos. El Huércal recibe al Villacarrillo el próximo domingo, segundo clasificado de la tabla, y mantiene la esperanza de poder jugar por fin tras tres semanas de descanso de competición, que no de entrenamientos.
El que sí está en ellas desde el principio es el Comarca de Nijar, farolillo rojo que continúa sin encontrar la manera de lograr la primera victoria de esta temporada. En esta ocasión visitaba al Unión Estepona, y a pesar de que los almerienses demostraron pronto su necesidad de puntos con Pipi haciendo el 0-1 en el minuto 14 merced a un preciso disparo que hacía saltar la sorpresa en el estadio local, el final de la historia fue el mismo de siempre. Los nijareños se crecieron al verse por delante en el marcador, y buscaban el segundo aunque sin fortuna, así que el Estepona tuvo vida y consiguió el gol en el minuto 45 mediante Julián, que hacía el empate tras un disparo imposible para el meta Sergio. Con esta acción se llegaría al descanso, con mazazo en el famoso minuto psicológico.
Tras la reanudación los locales salieron volcados al ataque en busca de un segundo gol que les diera la remontada, y sería en el minuto 68 cuando el público asistente estallara de júbilo. Samu conseguía el segundo de falta directa, poniendo el definitivo a la postre 2-1 en el marcador. Era un golazo que quitaba las telarañas de la escuadra de la portería amarilla, y un golpe definitivo a las ilusiones nijareñas. Pero lo que tiene la liga es que es larga y que hay una siguiente semana, en la que el Comarca recibe al Atarfe industrial con la sensación de que el equipo cada vez juega mejor. Eso sí, no puede permitirse el lujo de seguir regalando puntos para poder conseguir el objetivo de salvar la categoría.
