El triunfo del Real Madrid en el Camp Nou con el que prácticamente se sentencia el campeonato liguero a favor de los blancos no ha levantado grandes pasiones en nuestra provincia. La afluencia de almerienses a los bares para presenciar el partido por alguna plataforma de pago de las que lo ofertaban no ha sido la esperada por parte de los hosteleros, que han podido seguir las incidencias del encuentro sin apreturas en el trabajo.
Poco o nada tiene que ver este importante choque entre los dos mejores equipos del mundo con los disputados en temporadas anteriores o incluso en los precedentes de este mismo curso. Eso significa que ya aburren los Barça – Madrid, cosa un tanto improbable teniendo en cuenta la cantidad de seguidores que ambos clubes tienen en Almería, o que los bolsillos de los ciudadanos no están como para el ‘lujo’ de tomar algo en el bar mientras que se disfruta del espectáculo deportivo / televisivo.
De hecho, las zonas de mayor concentración de establecimientos de la capital almeriense se han visto con mucho menos ambiente que el habitual, lo que se traduce al mismo tiempo en que los ‘piques’ entre culés y merengues se han venido abajo durante y después del partido. En definitiva, que una ciudad tan de estas cosas, que ha pasado y pasa de largo del fútbol provincial y de sus equipos representativos, empezando por la UD Almería, se ha desenganchado un poco de toda la parafernalia que rodea un clásico, sobre todo la mediática.
Por último, ni siquiera ha habido el habitual movimiento de vehículos con banderas, en este caso madridistas, y con conductores tocando el claxon, además de los acompañantes vociferando el triunfo de los de Mourinho ante un equipo extraño dispuesto por Guardiola para jugarse la liga. Ha dado la sensación de que el técnico blaugrana iba demasiado confiado o que simplemente valora más el partido de Champions League que medirá a los culés ante el Chelsea de Londrés el próximo martes. La eliminatoria viene con necesidad de remontada, y eso ha restado mucho al FC Barcelona esta noche, con Alexis, Piqué y Cesc en el banco de inicio, y con Tello y Thiago sobre el terreno de juego como titulares.