Muy pocas veces se pueden ver segundas vueltas tan nefastas como la protagonizada por el Huércal en el grupo IX de la primera categoría nacional del fútbol español. Da la sensación de que en su caída libre ha perdido el sentido y que el final puede ser nefasto si no despierta para abrirse el paracaídas. Su amplia y jugosa renta, labrada con esfuerzo y buen hacer, disciplina ante todo, en la primera vuelta del campeonato, se está viendo dilapidada de forma incesante y ahora es de tan sólo cinco puntos con respecto al descenso a la Primera División Andaluza. En su último partido cayó ante el San Pedro, un rival de la zona tranquila de la tabla al que podía haber dejado a tiro si hubiese ganado, nada más y nada menos que por un rotundo 0-5.
El resultado al descanso en el Estadio Municipal huercalense fue de 0-1, y nada hacía presagiar lo que después sucedería. Vale que los de Fran Benavente no dieran señales de mucha vida, pero de ahí a encajar una manita va todo un mundo. De hecho, los otros cuatro goles llegaron en apenas trece minutos, los comprendidos entre el 54 y el 67. En todo caso cabe recordar que se está produciendo una sangría auténtica de jugadores, y para medirse al conjunto malagueño ya no estaban ni Abel ni Alfredo. El abandono paulatino de la disciplina verdiblanca de varios de sus principales efectivos no hace desmayarse al míster, que trabaja como puede para mantener la ilusión. Incluso con 0-2 en el marcador el cuadro local tuvo dos ocasiones para meterse en el partido, pero no lo logró y acabó goleado. El fin de semana próximo juega en casa otra vez ante un conjunto parecido al San Pedro, como es el Maracena.
En cuanto al otro equipo del grupo IX, el Comarca de Níjar, salió al campo vencido en su visita al líder Atlético Malagueño, y también recibió otra manecita, pero a domicilio. Tras una semana ajetreada con presentaciones y un futuro vinculado a los modos brasileños, tras haber anunciado que se pretende acceder a la Segunda División B lo antes posible, no dio la cara ante un potente conjunto filial muy compactado y hecho para el ascenso. En el descanso marchaba con un 2-0 en contra, y ya en la segunda parte le cayeron otros tres tantos más, dando la sensación de que se pensaba más en el borrón y cuenta nueva que se avecina que en el propio partido, que se sabía de antemano que era realmente difícil. En todo caso, la actitud debe cambiar rápido, ya que toca otro grande para la siguiente jornada al visitar Campohermoso el Villacarrillo, que también está en promoción.
Ya en el grupo XIII, el Huércal Overa se presentaba con su clara mejoría en un feudo en el que el equipo local no perdía desde hacía un año. Lamentablemente así siguió tras el paso de los almerienses, que se vieron desconcertados por la lesión de su portero Míchel a falta de quince minutos y con 0-0 en el electrónico. Era una visita complicada al Molina, cuyo terreno de juego es de césped natural pero en pésimo estado, algo que terminó pagando en sus propias carnes, y nunca mejor dicho, el cancerbero visitante. Entre el acople a la nueva situación mojó, minuto 80 de partido, Francis, y con la desesperada ya puesta en el motor huercalense llegó la puntilla en el límite del tiempo por obra de Paredes. Lamentablemente se esfumó una gran ocasión de afianzarse en la tranquilidad, pero al menos sigue la confianza. Ante el colista Beniel habrá una ocasión de oro de volver a sumar de tres en tres.
Por último, el único punto que se pudo sumar en la categoría por parte almeriense lo puso el Atlético Pulpileño, que por poco también pierde si no es porque Miñán hizo las tablas en el minuto 90 ante El Palmar. Toto había adelantado de penalti a los visitantes en el minuto 62, y los nervios se hicieron patentes sobre el campo. Es más, la pena máxima fue cometida de manera inocente por Gil, cuyos reflejos le gastaron una mala pasada e interceptó con la mano un balón sin peligro dentro de su propia área. Pero la ventaja regalada a los murcianos no se quedó ahí, sino que Cristian se autoexpulsó por protestar al árbitro en dos jugadas casi consecutivas y recién entrado en el campo, en el que permaneció ocho minutos contados. Merecieron más los locales, que dispusieron de ocasiones, pero parecen haberse abonado al sufrimiento. Lo siguiente es el bonito derbi con el Águilas, del que le separan dos puntos en la clasificación, y será una gran ocasión de disfrutar.