Sin perder en ningún momento la compostura ni las buenas maneras, Jose Ortiz, rebautizado futbolísticamente como Ortiz Bernal en honor a su madre, no quiere hacer valer las poderosas armas de las que dispone, y que pasan principalmente por ser un jugador adorado y deseado por la afición. Es más, se resigna a seguir trabajando duro y a no protestar por estar relegado no ya a la suplencia, sino al ostracismo, puesto que son muy pocos los minutos que ha disputado este temporada.
Pero su veteranía es un grado, y su experiencia en situaciones como la que está viviendo ahora el Almería puede ser muy valiosa para cuando menos mantener la calma. En eso se ha centrado en sus declaraciones: «a partir de ahora ya va quedando menos y sólo esperamos cambiar la racha que llevamos; esto va por rachas y ahora estamos atravesando un serie de resultados negativos; de aquí a final de liga en lo que tenemos que pensar es en llegar lo mejor posible a ese final, y Cartagena es un partido importante para eso». Viendo lo pasado con la máxima naturalidad posible, el futuro no debe de ser tan pesimista, según Ortiz Bernal: «ojalá encadenemos una serie de resultados positivos que nos lleven hasta donde hemos estado la mayor parte de la liga».
El capitán puede ayudar, y mucho, a la recuperación de las sensaciones positivas, porque él personalmente no las ha perdido, ni con respecto a la clasificación ni en relación a su situación concreta: «estoy con la misma ilusión de siempre». No ha entrado en contra de Lucas Alcaraz, con el que a veces no ha ido ni convocado, sino todo lo contrario: «un cambio de entrenador no beneficia a nadie, y bueno, se ha producido y lo que hace falta es que todos sigamos apretando y que llevemos al equipo a donde se merece». El adiós del granadino incluso le apenó: «cuando me despedí de él le deseé todo lo mejor; nunca voy a hablar mal de ningún entrenador, y Lucas en las dos etapas que ha estado aquí en Almería lo ha dado todo; la pena de que no ha podido terminar».
A Esteban Vigo la grada ya ha comenzado a recordarle con insistencia que debe confiar en el 10 rojiblanco, tal y como hizo en la etapa de Alcaraz, pero por ahora no ha pasado de calentar en la banda para después sentarse sin que se consuman todos los cambios: «ya pasó contra el Recreativo de Huelva y bueno, el entrenador estima esos cambios porque eran lo necesarios, y no sólo yo, sino los que estamos en la banda con ganas de aportar cosas; y seguiremos así, si es que no hay otra». Su acto de no rebeldía va en consonancia con el respeto debido a los que están peleando en el terreno de juego: «los compañeros hicieron un gran trabajo para intentar ganar el partido y al final no pudo ser, un empate a cero, y a seguir trabajando y animando a los compañeros».
Pero siempre cabe la duda de que la insistencia por parte del respetable o de la prensa en que Ortiz juegue puede perjudicarle realmente, algo que él no considera así: «cuando no lo han pedido, que fue contra el Recre, no he jugado, cuando lo han pedido, tampoco, así que no creo que ni me beneficie ni me perjudique; la gente es libre de opinar o de no opinar». Su misión va a seguir siendo la misma, «yo me voy a centrar en mi trabajo», algo que también sabe que hará el entrenador, quien «no se va a dejar influenciar por nada». Por tanto, la libertad es lo que prima en esta historia: «el público se expresará en la manera que estime oportuna».
Y echando mano de los conocimientos que da la experiencia, no quiere que se olvide que como está ahora el Cartagena también ha estado la UDA, y no hace tanto tiempo de ello: «siemrpe al que está ahí abajo se le vuelve todo en contra; ya tenemos la experiencia de cuando hemos estado peleando por el descenso tanto en primera como en segunda división; me acuerdo de los tres primeros años en segunda, y cuando estás ahí abajo y es final de liga, la verdad es que intentas sacar puntos de donde sea, pero realmente todo se vuelve en contra».
Esa ley no escrita pero parece que muy cierta es una de las bazas que jugarán a favor de los rojiblancos: «intentaremos que el resultado caiga de parte del Almería». Si eso es así, el salto puede ser de una dimensiones extremadamente balsámicas, debido a los enfrentamientos directos que hay en la jornada: «si es que hay que sacar algo positivo dentro de una racha tan negativa, es que después de tanto tiempo estamos ahí, a un punto y con muchas opciones, seguimos igual de vivos que siempre y ya lo he dicho, que apenas que consigamos una victoria encadenaremos esa racha de partidos positivos para llegar con las máximas garantías al final de liga». Gran parte del todo pasa por «coger esas buenas sensaciones que hemos tenido a lo largo del año». No hay sitio para el desánimo en este tren hacia Primera.
