Los jóvenes tiraron del carro en los dos partidos disputados en Almería este fin de semana, quizá especialmente en el primero, pero se ganó uno nada más y hay que regresar a Soria para buscar la confirmación de la progresión ahorradora con un billete para la final, en la que ya aguarda Teruel. Será el sábado desde las 18.00 horas y la igualdad entre Unicaja y CMA de Soria hasta el momento es máxima. El empate a 2 partidos se ha producido con idéntico número de sets para cada uno y el más claro ejemplo de ellos ha sido el choque del sábado, en el que se devolvieron los tanteos en las mangas sucesivas e invirtieron prácticamente el mismo tiempo en ganarlos.
Como dijo Molducci, esto sería impensable hace un mes, pero a día de hoy, y con otra semana más de trabajo antes del decisivo partido, los ahorradores van lanzados de atrás hacia adelante, y Soria sigue su ritmo constante. Estos días se está trabajando con sesiones de pesas y de técnico, como viene siendo habitual, y la interiorización de los detalles, de la picardía y de la actitud en pista va haciendo aumentar la confianza. Y ni qué decir tiene que haber doblegado a los segundos de la liga regular en dos ocasiones y haber rozado la tercera.
La intensidad fue muy grande en el Moisés Ruiz, y llevó a ser extraordinaria cuando el viernes, con dos sets abajo Unicaja y Soria yéndose en el tercero, Molducci decide darle la responsabilidad a los más jóvenes para que le dieran la vuelta al partido. Y lo consiguieron. Uno de los más electrizantes, junto a Mario Ferrera, fue Jorge Almansa, que con su saque lazó al equipo hacia la pista soriana con unas ganas de triunfo que resultaron fundamentales. “Los choques estuvieron bien, aunque el problema de que no ganásemos los dos creo que fue porque jugamos por momentos, ese fue nuestro problema”, ha reconocido Almansa, que ha matizado que “tenemos altibajos, pero cuando estamos bien es muy complicado ganarnos tal y como se pudo ver tanto el viernes como el sábado”.
Se sabía desde el principio que la eliminatoria iba a ser muy larga, y el opuesto zurdo blanquiverde estaba preparado para que así fuera: “Soria ha estado jugando muy bien durante toda la temporada; por eso se están viendo partidos tan igualados y que se resuelven en el tie break”. Almansa sabe que se juegan la temporada el próximo sábado, por lo que tendrán que tener cuidado con “los nervios, que tendremos que saber controlarlos”, aunque tiene claro que la clave para ganar a los de Moltó va a estar en “aguantar concentrados el mayor tiempo posible, pues es en la mente, así como en las ganas con las que salgamos a jugar el partido, lo que decidirá que el encuentro se decante de nuestro lado”.
A él tampoco se le escapa, porque además lo vive en primera persona, que el equipo va progresando a medida que avanzan las semanas, más aún con la llegada de Molducci al banquillo, puesto que llegó dispuesto a realizar toda una ‘revolución’: “con la llegada de Piero las cosas son diferentes y estamos intentando llevar a la cancha lo que aprendemos en los entrenamientos”. La plantilla pone todo de su parte para que se avance en el trabajo: “de momento creo que van saliendo como él quiere”. Uno de los aspectos en los que más se está insistiendo es en el error, muy penalizado en los entrenamientos diarios de los ahorradores, así como no bajar la guardia ni en bloqueo ni en recepción, ya que consiguiendo eso, una parte de la eliminatoria se decantará a favor de Unicaja. El murciano no tiene ninguna duda al respecto: “el partido en Los Pajaritos va a ser difícil, pero creo que terminaremos pasando”.
La cancha rival, como sucediera en los dos primeros partidos, previsiblemente estará llena, «más o menos como la otra vez, lleno de gente que le gusta el voleibol y que irá a animar a su equipo”, ha destacado Almansa, al que. eso sí, no le preocupa demasiado pues ya sabe lo que es ganar allí contra todo pronóstico: “esto iba a ser difícil, pero ya hemos pasado lo más complicado, que era plantarle cara a Soria, equipo que ha sido el segundo clasificado en la fase regular de la Superliga”. Almansa demostró el pasado viernes que puede desatascar el juego blanquiverde en cualquier momento, y que Unicaja tiene un gran futuro cuya llegada se acorta a pasos agigantados.