Son tres puntos vitales, de eso no cabe la menor duda, pero el botín si se consigue el triunfo va mucho más allá tanto cuantitativa como cualitativamente. En ello no quiere pensar Gracia, que no pretender ver más allá de lo que suceda el sábado ante un Lugo al que conoce muy bien de esta temporada pero también desde antes. El hecho de haber sido entrenador del Pontevedra le da un buen fondo sobre la filosofía que lleva implícita un club lucense, al que ha elogiado en cuanto a que ha sabido hacer las cosas en este tiempo atrás. Parafraseando a sus jugadores ha coincidido con el mensaje de la semana en que el partido es el más importante de toda la temporada, el que va a marcar el rumbo.
En principio lo es así porque es el más inmediato, y eso significa que si lo pudiera decir desde ahora y hasta el final de la temporada, siempre en referencia al encuentro siguiente, sería muy buena señal. Ni más ni menos que querría decir que hay algo por lo que pelear. Se ha aferrado a la victoria frente al Racing de Santander en el sentido de que les ha dado mayor confianza y optimismo, con el deseo de darle continuidad en Lugo pero sumando buenas sensaciones relativas al juego. Y es que el técnico ha reconocido que pese a ganar a los cántabros el juego del equipo no es tan brillante como el que desarrollaba anteriormente.
Eso sí, los valores que se tuvieron fueron buenos, tales como actitud, agresividad, concentración y defensa. En esa línea ha recordado que a pesar de que se llevan 9 jornadas consecutivas encajando gol, ya al menos se ha corregido el balón parado. Se trata de recobrar las virtudes que se tienen y que se han mostrado en otras ocasiones y que ahora han desaparecido, como en ataque, donde se tienen ocasiones pero falta fluidez y acierto sobre todo. Sin cábalas sobre las opciones de su equipo en el campeonato, tampoco habla sobre los resultados de los encuentros entre rivales. Piensa en el Lugo, un rival con ataque precisamente, posesión, buen trato del esférico, combinación, valentía y que juega con tranquilidad en su campo, en el que arroja buenos números.