El primer inconveniente era superar el ‘jet lag’ y lo ha conseguido como se suele hacer en estos casos, con descanso y aclimatación al nuevo horario. Lo siguiente es adaptarse a las condiciones de la competición, y en ello anda ahora el triatleta nacido en Almería, que habla de «frío y viento» como elementos más significativos de los incovenientes que se está encontrando al comenzar a entrenar. Y es que, sin perder nada de tiempo, ya está preparandado el Campeonato Mundial de Trialtón que se va a disputar el lunes próximo, 22 de octubre, en Nueva Zelanda.
Jairo ya está en Oceanía, y sobre el terreno y dentro del agua está intensificando sus esfuerzos para lograr colgarse un metal. Ese es el objetivo con el que ha viajado hacia las Antípodas, con el que accedería en la temporada venidera al Proyecto ADOP, que incluirá a los paratriatletas. El motivo es el de que la especialidad estará incluida en los Juegos de Río de Janeiro 2016. Uno de sus apoyos es el que le llega desde el Patronato Municipal de Deportes, si bien quiere sentir el empuje de toda su provincia cuando esté entregándose a tope ante los mejores del planeta en esta modalidad deportiva tan dura.
Se marchó a tierras oceánicas el pasado martes, ya que necesitaba superar el cansancio de un largo viaje de 38 horas, además del desfase con respecto a España de doce horas en las manecillas del reloj. Ya el sábado hablaba de que su aclimatación al horario estaba siendo satisfactoria y que el clima neozelandés le estaba provocando más problemas de los previstos en una primera instancia. Jairo está preparándose con buen ritmo, y prueba de ello es que el domingo mostraba una fotografía en la que marchaba en bicicleta con varios de sus compañeros, con un cielo completamente gris, con frío, por las carreteras de Auckland. Poco después, hizo su aparición la lluvia.
Lo siguiente ha sido su primer entrenamiento en el agua, el medio en el que mejor se desenvuelve debido a su pasado como nadador en la que fue campeón de España de 100 y 50 metros. Precisamente en su parte favorita igualmente ha encontrado un nuevo problema: la temperatura del agua, que es de «15 grados y bajando». Jairo y sus compañeros de la expedición española consiguieron las acreditaciones que les han permitido acceder a las piscinas cubiertas de Auckland, al área de atletas y la zona de exposiciones. El almeriense también ha comentado que el viento había reducido su intensidad, por lo que ha afirmado que «parece que al final acerté al traerme las ruedas normales y no las de perfil».
Antes e viajar aspiraba a un puesto entre las posiciones tercera a sexta, que le parecía «una opción real», y su anhelo es el de buscar una medalla en la competición. El almeriense ha viajado a tierras neozelandesas con el patrocinio de la empresa Labordequipo.
