Más que contento, lo que ha logrado ante el Huesca es estar más confiado, pero sobre todo se queda con el equipo por el resultado positivo en un campo difícil. No tiene dudas el tarraconense sobre las posibilidades del Almería, al que considera el mejor equipo de la categoría por mucho que la diferencia del Elche sea tan abultada. Considera, en ese sentido, que la UDA depende de si misma y que no se puede mirar hacia abajo. Aleix Vidal elige hacerlo hacia arriba, y con su franqueza habitual con la que se expresa ha agradecido al míster, que es el que decide un once y el que lo ha venido dejando fuera, que le ayudara mucho en esos momentos. Es por ello que ha seguido apretando en los entrenamientos hasta ganarse de nuevo el puesto, reconociendo que el que se duerme no puede esperar miramientos por parte del entrenador.
Ha prometido seguir apretando, y ha explicado que hay que tener una gran fortaleza mental cuando llega una temporada en la que no juegas ni la mitad que en la anterior. Por eso entiende que el público está más con él, apoyándole mucho y transmitiéndole las ganas de verle sobre el terreno de juego. Encima, se siente mejor por la derecha que por la izquierda, porque no es del gusto de jugar a pierna cambiada, y reconoce que además de pasar también le gusta finalizar. El momento en el partido marca una cosa o la otra, como la temporada está marcando mucha igualdad. En esa línea, preferiría no jugarse nada el último partido en El Madrigal, y para ello hay que empezar por vencer al Recreativo, que según su juicio ha cambiado su sistema de juego tan vistoso y no entiende muy bien por qué, ya que ahí puede radicar el momento de bajón que han atravesado.