El zapillero ya tiene que cambiar de discurso y así lo ha reconocido. Sería absurdo, una vez lograda la permanencia matemática con 50 puntos a falta de otros 21 en juego y siendo cuartos no reconocer que a partir de ahora se va a luchar por la promoción de ascenso. La temporada que están haciendo sus jugadores es descomunal, y se ha mostrado muy orgulloso de ellos rememorando las condiciones con las que se han entrenado en muchas ocasiones. Los juveniles han tenido su papel, muy bueno, y les tocará seguir empujando junto al resto de un vestuario muy unido. Es mérito suyo también el hecho de que prime el buen ambiente y el compromiso entre todos, y eso se nota en gestos y en nivel de juego. De hecho, ha destacado que la victoria ha sido muy justa y que se ha producido con algunos minutos de juego muy brillante.
El míster del equipo onubense no se fue nada contento con la derrota de los suyos en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, ya que consideró injusta por los méritos contraídos por sus futbolistas, a los que felicitó. La única excepción fue el lateral derecho que agarró de manera flagrante a Cristobal cometiendo el penalti que originó el 1-0 cuandotodo el equipo había conseguido maniatar, según su juicio, al Almería. Aseguró que marcaron ellos mismos todos los goles, tanto los que hicieron a favor como los que hicieron en contra, y que la mano de Alcalá dentro del área rojiblanca fue clarísima. Su discurso insistió en que no van a arrojar la toalla y que mientras que haya fuerzas continuarán peleando.