Lejos de la teoría de su presidente Alfonso García, emitida por el mandatario minutos después de haber escuchado a Francisco en sala de prensa, el míster rojiblanco vino a resumir todo en que su equipo había querido pero no pudo. No faltó combatividad por parte de sus hombres en una derrota que llega en un momento doloroso sobre todo porque es en casa y con ella se rompe una dinámica muy buena que se había cogido para aferrarse a la ilusión de la permanencia. Sin ningún lugar a la especulación en sus palabras, reconoció que su rival había sido superior, contrarrestando el juego ofensivo de la UDA e incomodando a la gente de ataque. Todo ello, unido a la falta de valentía en el uno contra uno, viene en una jornada de resultados muy malos para los intereses almerienses. Con propósito de enmienda, puesto que queda mucho, Francisco recordó haber estado en situaciones peores esta misma temporada: «nadie va a tirar por tierra nuestro trabajo». Mensaje a navegantes.
Por su parte, Unai Emery hurgó más en la herida abierta en el sentir de Alfonso García al destacar que por el lado sevillista se había interpretado la importancia del partido, sintiendo la necesidad del encuentro y la de querer ofrecer una predisposición a la adversidad, porque la del Almería, con cinco partidos sin encajar gol, era grande de inicio. Su disposición táctica diluyó todo lo que tiene de bueno la UDA, reconociendo además que se dio la mejor versión olvidando la dimensión que tiene la eliminatoria del próximo jueves en la Liga Europa contra el Betis. En su línea, su filosofía es la de mirar al siguiente partido, y su mayor satisfacción es ver que su equipo responde en esa intención. Dando lustre a lo hecho en el Mediterráneo, se encargó de subrayar eso de la acumulación de cinco partidos sin encajar, siendo su Sevilla el primero en conseguirlo desde el Real Madrid.
