No es cuestión de haber sido eliminados de la Copa del Rey, ya que el malestar del guardamenta argentino fue trasladado por fuentes solventes de la UDA a Almería360 hace más de un mes. En todo caso, es la única competición en la que se le ha podido ver dada la dimensión adoptada por Esteban en esta edición de la Liga BBVA, que no ha dejado indiferente a ningún medio de comunicación nacional. Pero Ustari no fichó por la UDA para chupar banquillo y permanecer a la sombra de un tipo de 39 años. De hecho, se siente en parte decepcionado y en parte engañado, porque alguien le hizo la promesa de que iba a jugar antes de sellar el contrato con su firma.
Ahora, pasado algo menos de medio año, su realidad es dos partidos contra un Segunda División, habiendo encajado un tanto, y dos partidos contra un Segunda División B, en este caso recibiendo tres goles. Las cifras son así de frías para un portero que pretende ser internacional, que de hecho comenzó siéndolo en el inicio de la temporada, pero en amistosos, y que no lo va a conseguir para la gran cita mundialista de seguir así, no por los cinco goles en cuatro partidos ante rivales inferiores, sino porque no está teniendo minutos en el auténtico y gran escaparate de la Primera División española. A ella vino muy ilusionado, porque buscaba ese objetivo del Mundial y porque era un regreso tras su paso por el Getafe.
Desde hace un par de meses decidió que no hablaba con la prensa, se tiene que entender que por culparla indirectamente pero en gran medida de su suplencia dados los elogios publicados sobre las actuaciones estelares de Esteban. Había hecho algunas declaraciones, pero encajó mal no ser el centro de atención, sin percatarse de que no lo era porque no jugaba. Así, justo antes de disputarse el partido de ida ante Las Palmas, requerido por los periodistas al estar seguro que iba a estar en el once, dio la negativa como respuesta a través del gabinete de prensa del club. Su nombre es internacionalmente reconocido, tiene una relación de estrecha amistad con Messi, y siente que no está bien valorado en Almería, que buscaría otro portero antes del fin del mercado de invierno.
Así lo transmitió a la entidad que lo trajo de vuelta a España y que le firmó dos temporadas de contrato, encontrándose con que la UDA no le puso impedimentos para alcanzar un acuerdo y facilitarle la salida. Lo siguiente era encontrar un equipo al que marcharse y que le garantice minutos para reivindicarse como internacional con Argentina, pero resultó que la misión no fue tan fácil. Ahora ha llegado el momento de finiquitar, y el lunes es el día fijado para la reunión entre el club y su representante. De ella es muy probable que salga la rescisión contractual, y con ella el futbolista dejará de ser rojiblanco. Quiere quedarse en Europa, pero lo tiene complicado, si bien las fuentes cercanas al jugador afirman que sí que hay ofertas. Eso sí, puede que el Clausura de Argentina sea su destino.