Pudo culminar con un gol propio un gran partido en el que sirvió a sus compañeros y les hizo brillar. Cambio de papeles, y al final el asistido ha sido él, cerrando los ojos y golpeando fuerte, cruzado e inapelable. Es un lujo para él, y así lo repite, jugar con los compañeros que tiene en el Almería. Está agradecido de la confianza que le han dado y está muy contento. Tiene ganas de participar, y hace caso a lo que le pide Javi Gracia, que es que pida el balón por dentro. Confía ciegamente en el ascenso y sabe que equipo hay, pero si se sigue peleando como hasta ahora y asumiendo que no todos los partidos que quedan van a ser de 5-1 o de 4-1. Ha nacido una estrella para Almería.
Las cuentas empiezan a salir para Rafita, pero es así desde el mismo momento en el que han salido a por el partido desde el principio para aprovechar el pinchazo del Alcorcón. El equipo ha seguido confiando en que se podía ganar a pesar de la mala suerte del empate en propia puerta, y eso es algo que quiere destacar el balear. Igualmente subraya que hay que hacerse fuerte en casa, sin dejar escapar puntos y sumando alguno más a domicilio. Un servicio suyo ha acabado en el larguero tras ser cabeceado por Soriano, y eso le ha restado que además de la buena labor también haya sido asistente de gol. El balón parado, única arma que ha metido a la Ponferradina en el partido, es algo que ya tenían estudiado y que sabían que podía ser así, pero se debe trabajar en esa línea.