Varios centenares de aficionados rojiblancos esperaban la llegada del autobús de la UD Almería entre cánticos y bailes, con un ambiente festivo digno de los grandes momentos deportivos que han acompañado a la corta historia del club como Unión del fútbol almeriense. Desde las 17:30 horas ha comenzado la aglomeración de los más jóvenes seguidores, que portaban sus bufandas, banderas y camisetas con los colores de su equipo del alma, y que tenían la intención de insuflar un poco más de ánimo a los jugadores de Esteban Vigo.
El míster malagueño pasará una mala tarde, y no sólo por los nervios de los resultados de otros campos, sino por el recuerdo de su hermano Francisco, al que tuvo que dejar de cuerpo presente ayer mismo en Vélez Málaga, lugar hasta el que se desplazó tras serle comunicado su fallecimiento, para volver y descansar un poco antes de esta trascendental cita de su equipo. Tanto él como los jugadores han mostrado su agrado desde el interior del autobús oficial una vez éste ha tomado la entrada del estadio.
Eran las 18:20 horas cuando el vehículo con la imágen de Ortiz Bernal ha tomado la recta junto a los aparcamientos del Mediterráneo, momento en el que todas las bufandas y banderas se han lanzado al viento, se han intensificado los cánticos y se han encendido unas cuantas bengalas cuyo rojo intenso ha dado más espectacularidad si cabe al recibimiento planificado por el público, que se espera más numeroso esta tarde que en toda la temporada. La cita lo merece, sin duda, puesto que la Liga Adelante puede acabar hoy o puede poner un punto y seguido.
Ya dentro del estadio, desde muy pronto han empezado los gritos de ánimo y el aliento ha empezado a llegar a los futbolistas almerienses, que es evidente que estarán pendientes de lo que la grada les transmita en cuanto a los resultados que interesan para conseguir el play off. Todos atentos a lo que suceda en el Celta – Córdoba, el Numancia – Alcorcón y el Huesca – Hércules, puesto que ahí estará la clave, eso sí, si se gana al Alcoyano. Por aquello de la fe no va a ser.
