Como viene siendo habitual curso tras curso, el club presidido por José Manuel Yeste cerró con entusiasmo un año de competiciones y emociones que ha sido muy grande para todos los integrantes de la familia azul. De hecho, no hay nada más que charlar entre todos los presentes en el acto o escuchar las conversaciones que se mantenían después con la tapa y el refrigerio en la mano para darse cuenta de que esto es más que una entidad. El ambiente es el idóneo para la formación de personas, y dados los resultados deportivos que arroja el balance de la temporada, ese es el camino correcto.
Desde los Potitos de 4 años, los B, y los Potitos de 5 años, los A, hasta el equipo senior de nuevo cuño para esta temporada, uno a uno todos los equipos de todas las categorías fueron pasando ante la mesa habilitada como soporte de nada menos que más de 400 medallas para premiar tanto esfuerzo. Un total de 365 niños forman parte de la escuela deportiva que es en el fondo el Poli Aguadulce, todos ellos emocionados al tener delante, como invitado de excepción, al capitán de la UD Almería, Miguel Ángel Corona, que les acompañó en el acto y que les dirigió unas palabras pidiéndoles que jamás dejaran de estudiar y que amaran al fútbol.
Uno de los jugadores con más calidad del balompié español, enrolado en las filas rojiblancas desde hace muchas temporadas, sirve como ejemplo de vida deportiva y humana para unos chavales que, en su inmensa mayoría, no serán cracks del fútbol, pero sí grandes personas arropados por sus familias y por su club. De todos modos, y dados los progresos auspiciados por parte de la dirección deportiva ocupada por Rafael González Rafagol, que también entrena a dos de sus formaciones, hay éxitos que narrar, como los campeones de Almería, Alevín A con su copa de la Federación entregada en el acto, o el Infantil A, que igualmente fue el mejor de la provincia.
A título individual, ha habido varias convocatorias a las selecciones almerienses, y alguna a las andaluzas, tanto en masculino como incluso en femenino, y sobre todos los nombres se alzó uno. La primicia informativa correspondió a Álvaro Francisco Cruz Villayandre, fichado por el Villarreal CF, equipo de la Liga BBVA que cuenta en sus filas con varios roqueteros y que es la perla pulida en unas categorías inferiores del Aguadulce que cada año se consolidan más y que piden paso, con más horas de cesión de su terreno de juego. Así lo pidió el presidente de la entidad y así recogió el guante el concejal de Deportes roquetero, José Juan Rubí, presente en el acto junto a su compañera Francisco Toresano.
Los futbolistas destacan en individual, pero el Poli siempre se quedará con sus grupos, como uno que es ejemplo, el Cadete A, cuyos integrantes son compañeros desde que apenas sabían darle a la pelota, allá por su edad de prebenjamines. Los lazos entre estos chavales los hacen más fuertes, jamás separados y siempre unidos. En esa línea, otro ejemplo que sirve para explicar como es el pálpito de este club es José Miguel López Joselillo, en el club azulillo desde que tiene uso de razón y que no ha visto cortada su progresión porque para darle salida a los juveniles se formó el equipo senior dirigido por el sabio Pepe Koscis. Futbolista de más que contrastada calidad, representa toda una vida haciendo deporte, vinculado al fútbol y siempre en el club de sus inicios. Es el Poli Aguadulce.
