El Almería ayer se ‘olvidó’ de la tensión acumulada e hizo oídos sordos a lo que empieza a llegar desde Cartagena, y se puso a jugar al béisbol con un balón de rugby. Para hoy, antes de desplazarse por carretera en un viaje sencillo hacia la ciudad murciana, realizará un último entrenamiento desde las 10:30 que será una vez más a puerta cerrada. Celoso de guardar sus ‘secretos’ de estrategia, el ‘Boquerón’ ha preparado minuciosamente un plan de actuación ante el equipo más necesitado de la Liga Adelante, ya que está a pique del naufragio y de hundirse definitivamente en la Segunda B.
A los albinegros les separa de la salvación la misma distancia que a los rojiblancos del ascenso directo, o sea, 11 puntos con 24 en juego, aunque es cierto que a los cartageneros les falta por contabilizar un partido que marchaba empate a uno ante el Celta y que tuvo que ser suspendido por agresión a un asistente. Ese es un precedente significativo, pero que se hace más preocupante con las declaraciones en las que Juan Carlos Ríos se refiere al choque ante el Almería como «una guerra campal o una batalla». El Cartagonova no se ha cerrado por ello, a falta de una resolución de Competición, pero el ambiente que anunció Corona que esperaba, de partido importante sin más, está por demostrarse.
Van a viajar muchos hinchas de la UDA, bastantes más que desde Vigo se desplazaron con el Celta en su momento, y es de desear que la situación de nerviosismo general y la campaña de petición de apoyo desde el club no tengan mayor repercusión que la meramente deportiva. Ríos quiere elevar la intensidad de los suyos y no se ha ‘cortado’ en la definición del partido ante su exequipo, puesto que entrenó al Almería B hace dos temporadas, lo que le sirvió para marcharse a la siguiente al Recreativo de Huelva. Al filial lo llevó hasta su primera y única fase de ascenso -de Tercera a Segunda B-, que perdió ante el Ávila, y formó parte del culebrón del verano en torno al banquillo del primer equipo rojiblanco.
De hecho, dejó el Recre para quedar libre ante la sorpresa expresada a través de un comunicado oficial del decano, al que cogió hundido y llevó casi hasta la promoción de ascenso a Primera. El sanluqueño finalmente no cuajó y su fútbol ‘alegre’ con el dibujo de moda 1-4-2-3-1 no llegó de su mano a la entidad presidida por Alfonso García Gabarrón. El presidente, a todo esto, presenció con detalle el entrenamiento de ayer de los suyos, traído a Almería por otros asuntos al margen de lo deportivo.
Hubo sesión de vídeo y ya en el anexo se realizaron unos rondos y el juego del béisbol – rugby, que consiguió dibujar una sonrisa en las caras serias de toda la semana de los futbolistas. Esto también es importante de lograr, dentro de una sesión suave tras la intensidad de trabajo de toda la semana, que se completará con el entreno de hoy en el Estadio, tomado como un gran ensayo general de cara al encuentro de mañana (16:00 horas, Marca TV). Toca insistir en los aspectos tácticos y en la preparación de la estrategia. Una vez concluya, Esteban dará la lista de convocados sin Soriano ni Goitom pero sí con Ulloa y Aarón, más dos jugadores del filial. En esta ocasión todas las papeletas las tienen Alberto y Jonathan, los únicos que se ejercitaron ayer con el primer plantel.
Ya por la tarde, a las 18,30 horas, la expedición rojiblanca viajará a Cartagena por carretera y quedará concentrada en el hotel NH de la ciudad murciana, donde dormirá y ultimará la preparación ‘teórica’ del trascendental partido de mañana para ambos contrincantes. Los almerienses quieren acabar de una vez por todas con la racha de ocho sin ganar y Vigo necesita sumar su primer triunfo en su tercer partido en el Almería.