Otro balón parado puso el partido en pendiente para el Almería nada más comenzar. No se puede analizar nada previo, ya que fue en el transcurso del minuto uno cuando el exrojiblanco Julio Álvarez se empeñó en poner el balón en el primer palo y al segundo córner consecutivo encontró la cabeza del central Juanma, que había subido al remate con mucha puntería. Era el 0-1 nada en el primer suspiro del choque y a los rojiblancos les tocaba lo que peor se les ha dado en todo el curso, como es remontar. Sólo una vez lo ha hecho para ganar, y era la primera jornada de liga ante el Barcelona B en el Mini Estadi. El primero de los dos saques de esquina lo provocó Cedric, que con su velocidad comenzó a poner el miedo en la zaga de la UDA desde el comienzo, y después llegó la fatalidad.
Pasaron unos minutos de cierto desconcierto en las filas de Gracia, y mientras tanto en el minuto 6 otra vez Julio Álvarez intentaba dejar su sello chutando directa una falta lejana que se marchó alta por poco. Pero ya con la decena de minutos consumados comenzó a verse una buena versión del Almería, coincidiendo con la llegada del gol del empate, que se produjo pronto. En el 10 exacto Aleix Vidal no engatilló bien en el segundo palo un buen servicio de Falque desde la izquierda. A ello siguió un tuya-mía entre Charles y el mismo Aleix con disparo mordido desde cerca del hispano-brasileño. El despeje del guardameta por línea de fondo ocasionó un saque de esquina que hizo devolver la moneda del gol a balón parado, ya que Falque la puso tensa para que Soriano saliera del bloqueo y cabeceara un obús al fondo de las mallas numantinas. Se había respirado.
El mismo maño no tuvo acierto a la hora de empalar otro centro de Aleix Vidal en el minuto 19, ya que no vio puerta, siendo el preámbulo de un apagón de ataque en ambas porterías. La UDA tenía voluntad, diferente actitud a la de Miranda de Ebro, pero carecía del último pase. Antes de la única jugada de peligro antes del descanso, que llegó en el 44 y autofabricada por Corona, el Numancia pidió al menos juego peligroso de Rafita ante Cedric dento del área rojiblanca, pero Ocón Arráiz estaba por dejar jugar. Tan es así que no mostró tarjeta alguna hasta mediada la segunda mitad. En cuanto a la de Corona, fue Soriano el que vio su incorporación por sorpresa por el centro del área y el que le puso el balón para un control dirigido del talaverano, cuyo disparo posterior desvió la defensa a córner. Así, y con una larga fase de partido anodido, se ganó el túnel de vestuarios.
En la segunda parte emergió la figura de Carlos Calvo, que había salido para sustituir a Iago Falque, lesionado con rotura fibrilar, y el madrileño rondó el gol tanto en finalización propia como en servicios. Corona siguió cuajando un gran partido, a pesar de que fue sustituido pasados tres cuartos de choque, y el Almería mereció ganar el encuentro por acumulación de grandes ocasiones, unas marradas por si mismo y otras desbaratadas por el guardameta o por la defensa. En el minuto 51 hubo una cabalgada de Calvo para pasar a Aleix Vidal, y fue la primera muestra de su juego incipiente, seguida de una acción individual dentro del área pero escorado que le detuvo Biel Ribas en el palo corto. El siguiente en intentarlo fue Pellerano, de cabeza y a balón parado, pero tampoco tuvo suerte en una consecución de cuatro saques de esquina consecutivos que tenían embotellado al cuadro castellano.
Corona recuperaba y construía, y además probaba, como en el minuto 61, en el que rompió haciendo un amago magistral para intentar picarla por encima con al mala suerte de que se le fue ligeramente y el cuero dio en las mallas por arriba. Fue en el 65 cuando de nuevo Carlos Calvo pegó a puerta saliendo el balón muerto para Soriano tras haberlo amortiguado en la defensa, y el maño, en posición un poco forzada, no pudo dirigirlo con acierto desde el pico del área pequeña. Conforme pasaban los minutos, y con la creencia de que faltaba una marcha más, lo que faltaba era suerte, porque se fue incrementando la claridad de las ocasiones conforme se agotaban las fuerzas del defensivo Numancia. Una de las más espectaculares fue otro pase al hueco sobre la carrera de Aleix Vidal de Carlos Calvo dejándolo en mano a mano. No falló el tarraconense, sino que acertó para tapar el meta soriano, que se lució en esa y en las siguientes.
Seguía Calvo con su presencia y tras unos minutos de despertar visitante sirvió a Soriano en el segundo palo en el 76 para que con la coronilla se la quitase en el último momento y en boca de gol Juanma. La respuesta corrió a cargo de Julio Álvarez, que vio adelantado a Esteban y que por poco le da el triunfo a los suyos con su lanzamiento intencionado. Pero el Almería también cuenta con un gran portero y se produjo una estirada de mucha clase del asturiano en el minuto 77en él se concentraron hasta cuatro ocasiones extremadamente claras para Charles, que pegó en el larguero en el minuto 87 disparando a bote pronto, para Rubén Suárez, que intentó sorprender a la media vuelta y que la mandó alta por poco, para el mismo Charles, que cabeceó a bocajarro encontrándose de nuevo con la inconmensurabilidad de Ribas, y para Carlos Calvo, que hizo cantar gol por aquello del efecto óptico cuando el balón se fue al lateral de red. Las dos últimas fueron en el descuento, pero no hubo manera de que entrara el segundo gol, y el segundo puesto se escapa.
FICHA TÉCNICA:
UD Almería: Esteban; Rafita, Marcelo Silva, Pellerano, Christian; Verza, Corona (Rubén Suárez, min. 77); Aleix Vidal, Soriano, Falque (Carlos Calvo, min. 24); Charles
CD Numancia: Biel Ribas; Malón, Jaio, Juanma, Isidoro; Nagore (Natalio, min. 46) (Sunny, min. 70), Antonio Tomás; Bedoya, Julio Álvarez, Cedric; Pedro Martín (Lago Junior, min. 65)
Goles: 0-1, min. 1: Juanma; 1-1, min. 11: Soriano
Árbitro: Ocón Arráiz (Comité Riojano). Amonestó con tarjeta amarilla a Rubén Suárez (min. 87) por parte del Almería, y a Isidoro (min. 72), a Antonio Tomás (min. 74) y a Biel Ribas (min. 89) por parte del Numancia
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo quinta jornada del campeonato de la Liga Adelante disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante 8.112 espectadores. Antes del inicio del mismo se guardó un minuto de silencio en memoria de los recientemente fallecidos Cristóbal Moya-Angeler, abonado del club, y de Augusto Arteaga, presidente de la AD Almería a finales de la década de los años 70.
