El club almeriense es de los pocos que durante toda la temporada ha vivido en la flagelación dejando de lado en muchas ocasiones al sentido común, e incluso habiendo ganado en casa al cuadro santanderino y recuperado muchas posibilidades en la clasificación, había pasado una semana no tormentosa pero casi. Se añoraba el juego, pero lo que cuenta, y más ahora, es el resultado, y hasta que no se ha llevado a cabo la segunda remontada consecutiva, tercera de todo el curso, no se ha percibido la verdadera trascendencia de haberse levantado, con dificultad, sí, pero levantado al fin y al cabo, del momento más delicado del campeonato con el 0-1 de Jairo de la semana pasada.
A Lugo se viajaba con reservas en el ánimo, más pensando en lo que no se hizo ante el Racing que en lo que sí se logró, y con ese tono comenzó una primera mitad en la que sin mucho el Lugo se puso por delante casi en el mismo minuto que lo hizo el conjunto cántabro la semana pasada. Pero se encajó bien, dentro de lo que cabe, el tanto, se pudo empatar primero y se empató después justo en el límite antes del descanso. A la vuelta, el Almería era otro, incisivo, con garra, creído de sus posibilidades y arrollador en los últimos metros. El famoso juego combinativo volvió a aparecer, así como la valentía, dejando a un lado el encefalograma plano de otras ocasiones.
La primera ocasión la tuvo Héctor Font en el minuto 7, pero la UDA respondió rápido a través de Iago Falque en el 9, con un mano a mano que sacó, el primero de una larga serie, el meta José Juan. Sin un dominio claro por parte de ninguno de los dos equipos, el Lugo intentaba estirarse en el minuto 20 medante Iago Díaz, comenzando en ese momento a achuchar un poco más la meta de Esteban, que estaba seguro por arriba tanto en los centros como en los remates, como el de Óscar en el minuto 27. Lo siguiente en esa área fue el gol, pero antes Charles fue derribado por Tena cuando el central lucense era el último defensor sin que Arcediano pitase nada. Era el minuto 29, y en el 31 un chutazo de Óscar que despejó Esteban como pudo fue remachado por Iago Díaz para poner el 1-0.
El Lugo había sido más directo, pero el Almería ya sabía remontar y sólo había que repasar la lección para hacerlo. Así, y tras un paradón de José Juan a cabezazo de Charles, servido el balón por el incombustible Christian en el minuto 38, en el 45 el meta local no pudo con el lateral, que fue el que remató también con la testa y en su caso asistido por Corona. Falta lateral ensayada y el balón parado daba una alegría tras haber robado muchas horas de trabajo. Con el 1-1 en el electrónica apenas hubo tiempo para sacar de centro por parte de los gallegos, que habían visto como su ventaja desaparecía en el famoso minuto psicológico para comenzar un nuevo partido de 45 minutos más la propinilla.
Y fue ahí donde se produjo la metamorfosis definitiva, en el interior de los vestuarios, porque la UDA arrolló nada más salir al césped del Anxo Carro. De hecho, Charles falló un mano a mano con demasiado tiempo para pensar en el minuto 48 tras pase de Pallardó, que hizo un partido sobresaliente, pero se olvidó pronto porque en la siguiente jugada Falque remachó la enésima subida por banda de Christian, uno de los más motivados del encuentro. Se había dado la vuelta al marcador, el camino estaba marcado y se tenía que buscar la tranquilidad en el marcador, algo que verdaderamente no llegó en ningún momento. Charles disparó seco en el 53 desde lejos para que se luciera el José Juan, pero más aún lo hizo en el segundo mano a mano que le ganó al pichichi en el 60 tras un pase magistral al hueco de Soriano que lo dejaba solo.
Óscar probó suerte desde muy lejos en el 62 sin encontrarla, todo lo contario que Charles, que por fin la metió cerrando un enorme pase desde la banda derecha de Aleix Vidal, otro de los destacados. Con el 1-3 se puso en práctica el juego de costa a costa, se rompía la defensa con facilidad y se buscaba el cuarto con tanto ahínco que no se acertó a echar el balón fuera con Charles tirado en el área rival propiciando así un 5 contra 3 que resolvió magistral un perfecto Trujillo. De todos modos, el electrónico se apretó por un penalti en contra por manos del hispano-brasileño que materializó Manu con Esteban muy cerca de atajar el esférico. Se llegaba a otro momento delicado, pero por delante en el marcador, y a pesar de que el Lugo echó el resto chutando con peligro desde lejos o no culminando una jugada por el centro, la templanza se conservó.
Y es que las bandas hacían estragos, y por la derecha una vez más llegó el peligro y el gol con Aleix Vidal rompiendo y poniendo un pase de la muerte que llegó a Carlos Calvo tras dejarla pasar de largo Charles. El madrileño se deshizo del portero y marcó a puerta vacía lo que parecía el tanto definitivo, ya que llegó en el minuto 83, pero nada más lejos de la realidad, porque una indecisión entre Christian y Esteban regaló el 3-4 al recién incorporado Iván Pérez apenas dos minutos más tarde. No apto para cardíacos, lo que sí se tenían eran otras sensaciones distintas de mucha vida en el pálpito rojiblanco sobre el césped, y las buenas vibraciones se transformaron en justicia al marcar Aleix Vidal tras un inconmensurable trabajo de Charles en la recuperación y el pase decisivo que dejaba solo ante el guardameta al tarraconense. Era el 3-5 definitivo logrado en el 97 y la locura para los desplazados a tierras gallegas y para los seguidores de la emisión web del partido de la resurrección, sabedores de la derrota del Girona, increíble, ante el Xerez por 2-4.
Se ganó como un equipo, se supo sufrir como un equipo y se ganan de nuevo todos los enteros como un equipo. El bloque ha sido la clave para un resurgir que invita a pensar que se puede ir a más todavía, en un momento en el que la mente va más rápida que las piernas. El ascenso directo está a dos o tres puntos, o sea, que el Almería se ha vuelto a ganar depender de si mismo para librarse de una promoción que todavía, fuera triunfalismos, no está lograda. Para saber lo que es el infierno hace falta haber estado en él, y para no querer volver a entrar hay que haber sufrido lo suficiente. De eso ha ido sobrado el Almería todo el año ganando o perdiendo.
FICHA TÉCNICA:
CD Lugo: José Juan; Víctor Díaz, Tena, Víctor Marco, Manu; Pita (Airam Cabrera, min, 74), Seoane; Óscar, Iago Díaz, Tonetto (Iván Pérez, min. 46); Héctor Font (Rubén Durán, min. 59)
UD Almería: Esteban; Gunino, Trujillo, Pellerano, Christian; Pallardó, Corona (Mejía, min. 82); Aleix Vidal, Soriano (Chumbi, min. 91), Iago Falque (Carlos Calvo, min. 75); Charles
Goles: 1-0, min. 31: Iago Díaz; 1-1, min. 45: Christian; 1-2, min. 49: Iago Falque; 1-3, min. 65: Charles; 2-3, min. 73: Manu (p.); 2-4, min. 83: Carlos Calvo; 3-4, min. 85: Iván Pérez; 3-5, min. 92: Aleix Vidal
Árbitro: Arcediano Monescillo (Colegio Castellano-Manchego). Amonestó a Pita (min. 1), Iago Díaz (min. 12) y Tena (min. 32) por parte del Lugo y a Trujillo (min. 26), Aleix Vidal (min. 61), Corona (min. 63), Pallardó (min. 80) y Christian (min. 84) por parte del Almería.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo octava jornada del campeonato de Liga Adelante disputada en el Estadio Anxo Carro de Lugo ante 4.000 espectadores y una significativa presencia de aficionados rojiblancos.