Una noticia así realmente merecía tener otra telonera, y realmente se cumplió en la web oficial del club. Unas cuantas horas antes de confirmarse que Miguel Angel García Pérez-Roldán, conocido en el mundo del fútbol como Corona, se quedara con el brazalete puesto una temporada más, se daba la cifra que le hace ser el que más partidos de Primera División haya vestido jamás con la elástica rojiblanca. En concreto son 137, de los 23 han llegado en el último curso, el que se cerró con el llamado mago haciendo honor a su mote porque obró un truco inesperado, el de permanencia, cuando era el jugador de la primera plantilla menos usado por Francisco. Se atreve con una novena campaña, que será la sexta en Liga BBVA, siendo las tres en Segunda la de su llegada para ascender y los dos que constó la vuelta a la máxima categoría tras el descenso.
Llegó en el ejercicio 2006-2007 para disputar la friolera cifra de 255 encuentros en total, pensando en cazar al mito local, a José Ortiz Bernal, que cuenta con 292, aunque a tiro tiene a su íntimo amigo Fernando Soriano con 261. Tendría que jugar todos los partidos de Liga para lograr se el que más, con el añadido por si hubiera ausencias de los choques de Copa del Rey, pero eso no es su objetivo, seguro. Su responsabilidad hacia la ciudad el club se lo impiden y solo piensa en el beneficio colectivo y no en una lista que continúan Acasiete (201), Crusat (199), Carlos García (195), Kalu Uche (172), Francisco, actual entrenador (151), Juanma Ortiz (142) y Esteban (140). Líder en Primera, en ese grupo de perseguidores están Crusat (131), Soriano (128), Juanma Ortiz (126), Diego Alves (123), Kalu Uche (117) y Pablo Piatti (101). De todos esos partidos disputados por Miguel Ángel ha estado en los que han supuesto cosas importantes y en los que se ha resucitado al muerto. Se ha tirado de él para sacar castañas del fuego y después todos se las han comido.

Las conversaciones informales mantenidas entre jugador y presidente se han cumplido y Corona ha firmado este jueves su renovación por una temporada más en la entidad rojiblanca. La firma, realizada en la sede club con el director general, José Juan Bonillo, le hace situarse muy cerca de toda una década vestido de rojiblanco, dejando muy atrás aquel momento en el que fue cedido por el Real Zaragoza. Una de las mayores joyas de la conocida como Fábrica del Real Madrid, del que incluso Vicente del Bosque dijo en su momento que estaba entre los tres jugadores con más calidad de cuantos han pasado por la cantera madridista, ha demostrado que el fútbol es de inteligentes en la época en la que los bajitos se han puesto de moda. Nunca se sabrá si equivocó su decisión de salir de la casa merengue, pero a los aficionados del Almería aquello les ha venido, con el paso del tiempo, realmente bien.
Pasó a ser propiedad de la UDA de cara a la primera temporada en Primera tras 26 años de travesía por el desierto, y entonces firmó tres temporadas, las mimas en las que se logró la permanencia de manera más o menos holgada. Lo siguiente ha sido prórroga sobre prórroga y continuidad con compromiso, no siendo pocas las ocasiones en las que Miguel Ángel ha demostrado que esta tierra forma parte de su mismo ser. En él trascienden las barreras del profesional para llegar a las de amor a los colores, pero también a la gente de la ciudad que le acoge. Sus palabras así lo dicen: «el acuerdo ha sido rápido; el club quería contar conmigo y yo seguir aquí, donde estoy muy a gusto, de hecho considero que el Almería es mi casa, por lo que no ha habido ningún problema para realizar la firma».
En la línea de lo dicho con anterioridad, Corona explicaba que «después del partido frente al Athletic Club de Bilbao, en el que logramos la permanencia, hablé con el presidente y nos pusimos de acuerdo en todo; sólo faltaba plasmarlo en el contrato y firmarlo». Todo esto es lo que se recoge en web oficial, para la que el capitán ha hablado para dejar muy claro que «el objetivo para la próxima temporada será luchar de nuevo por conseguir la permanencia, pero tenemos que trabajar todos con la máxima confianza y sin tener ningún tipo de desánimo». El ejemplo es él, olvidado en el fondo del banquillo pero trabajando cada día hasta que fue titular en el Campo Nou la noche en la que la UDA asustó a los culés aunque después se perdiera: «como se ha demostrado esta pasada campaña los objetivos se cumplen teniendo fe y con un esfuerzo máximo por muy complicados que sean».