Eran muchas las bajas que tenía que manejar Francisco, que optó por colocar en la posición de segundo punta, la habitual del ausente Cristobal, al juvenil de oro Hicham. Era una salida poco previsible pero al mismo tiempo inteligente, buscando aprovechar la velocidad del hispano-maroquí rompiendo desde un poco más atrás o atento a las posibles paredes con Chumbi. De esta guisa se plantó ante el Anexo el Almería B, que quería el balón y que buscaba desde el inicio tener dominado un encuentro que por el rival se preveía que iba a ser duro y complicado.
La primera parte cumplió ese guión, con el filial poseyendo el balón pero sin el acierto oportuno para hacerlo valer en el marcador. El Arroyo CP, por su lado, era un rocoso cuadro que prefirió permanecer replegado y a la espera de una contra con la que sorprender. De todos modos la primera fue rojiblanca y protagonizada precisamente por Hicham, que se topó con el portero Saavedra cuando ya había hecho lo más difícil, como era encontrar el hueco, y se había sacado de la chistera un disparo difícil de atajar y que sirvió para que el meta visitante se luciera mandando el cuero a la esquina cuando ya se cantaba el gol en la poblada grada.
El Almería B continuó a su ritmo, sin hacerlo decaer para nada, y con Hicham insistiendo en el minuto 12 en una ocasión que malogró al disparar demasiado alto. Pero no había venido de paseo el conjunto arroyano, que comenzó a hacer acto de presencia en la zona de ataque pero bien controlado, en todo caso, por los rojiblancos, firmes atrás incluso ante hombres de peligro como los de Juan Marrero. En todo caso, el que ponía más carne en el asador seguía siendo el conjunto almeriense, que quería los tres puntos y lo dejaba notar ante jugadores de mucha más experiencia como son Abel Buades en el centro del campo o Ibán Espadas arriba.
Las alas rojiblancas hacían su labor de provocar desajustes defensivos rivales, y Edgar no falló a su cita de servir buenos balones, como uno en el 35 que no encontró ni a Chumbi ni a Hicham. La recta final antes del descanso fue de más presión todavía si cabe, con todo el juego desarrollado en el terreno extremeño, pero no hubo nada que hacer ni si quiera a balón parado, con Saavedra deteniendo un cabezazo picado de Alcalá en un córner botado por Ivi Sánchez. Lo siguiente fue un intento de aproximación del Arroyo, última jugada reseñable de la primera mitad, en la que Pirmin Strasser se adelantó a la llegada de Espadas e invalidó, muy atento al juego, el intento de remate del atacante visitante.
Ya en la segunda mitad, por fin el Arroyo se decidió a arriesgar más, visto que el cuadro almeriense no había podido hacer gol hasta el momento. Adelantó líneas y tuvo un par de llegadas con las que pudo adelantarse en el marcador, pero también es cierto que la buena labor almeriense y el buen posicionamiento táctico impidió incluso que los rivales dispararan a puerta. En ataque, los de Francisco perdieron brillantez y con ella la profundidad de la que sí disfrutaron en el primer tramo de partido. Eso fue así hasta justo la hora de juego, momento en el que Hicham consiguió forzar un saque de esquina que Edgar remató demasiado cruzado. A pesar de ese despertar, el técnico rojiblanco refrescó con la entada de Okoro por el hispano-marroquí el ataque local, y surtió efecto, puesto que se generó un mano a mano fallado por Chumbi en el 64 y una imprecisión en el último toque de Edgar que favoreció que el meta Saavedra se le adelantara.
Ya en el minuto 70 de partido Okoro aprovechó su velocidad para entrar en el área, donde fue derribado de manera clara por Gutiérrez. El colegiado Villena Contreras no dudó en señalar la pena máxima, que lanzó Edgar y que detuvo el protagonista de la tarde, el guardameta blanquiazul, que estaba logrando que su equipo puntura al final del choque ante el tercer clasificado. Con superioridad numérica, el equipo rojiblanco dispuso de llegada y el extremo tinerfeño quiso sacarse la espina en el minuto 76 buscando fortuna con un disparo desde fuera del área que Saavedra, de nuevo, salvó in extremis. A por todas, Francisco quitó un defensa y puso en juego un atacante. Tanto riesgo lo quiso aprovechar Carlitos en el 85, que encaró a Pirmin para que el austriaco sacase una mano prodigiosa que evitó una injusticia y una catástrofe. Además, en el 92 el héroe fue Alberto, que sacó un balón con marchamo de gol lanzado por Toni, que había sustituido a Ibán Espadas.
Una lástima que no se ganase, ya que el Cartagena cayó derrotado ante el San Fernando por 2-0 y el Jaén no pud pasar del empate a cero igualmente en su campo ante La Roda. Estos resultados, junto con la victoria del Albacete por 3-1 ante el Saluqueño, hace que haya un quíntuple empate a 27 puntos en la cabeza de la tabla y que los cartageneros salgan de puestos de promoción por primera vez en toda la temporada. El filial sigue siendo segundo tras el nuevo líder, el Jaén, pero por el gol average que arroja un +10 para los hombres de Francisco frente a un +12 de los jienenses. Más igualdad es imposible en este grupo IV, y cada jornada se convierte casi en una final. La próxima para el Almería B será en el campo de La Roda, y habrá otra oportunidad de liderato.
FICHA TÉCNICA:
UD Almería B: Pirmin; Sergio Iglesias, Javi Manzano (Kike, m. 85), Alcalá, Rubén Primo; Ivi (Pablo Jiménez, m. 76), Alberto Martín; Joselu, Hicham (Okoro, m. 62), Edgar; Chumbi
Arroyo CP: Saavedra; José Gutiérrez, Carlos, Sergio Castaño, Morillas; Ruano, Juanma Morán, Abel Buades, Carlitos; Edu Espada (Boro, m. 72), Ibán Espadas (Toni, m. 63)
Árbitro: Villena Contreras, perteneciente al colegio castellano-manchego. Amonestó a Ivi, Alcalá y Pablo Jiménez por el lado del filial, y a Abel Buades, Morán y Boro por el lado visitante. Expulsó a Javi Gutiérrez (m. 70) del Arroyo por doble amonestación.
Incidencias: Partido correspondiente a la décimoquinta jornada del Campeonato de Liga de Segunda División B en su grupo IV, celebrado en el anexo del Estadio de los Juegos Mediterráneos ante aproximadamente 500 espectadores