Nadie dijo que el fútbol sea un deporte justo y el Almería lo ha comprobado en primera persona. Resultado nefasto en el Estadio de los Juegos Mediterráneos tras una fantástica primera parte.
Los de Francisco entraron al partido muy activos, los centrales tiraban muy arriba la línea y Thomas y Verza robaban todos los balones que pasaban por su franja. Dubarbier y Wellington entraban por banda con facilidad y Thievy, el mejor del partido, se movía por todo el frente del ataque provocando múltiples llegadas al área. Zongo y Hemed pudieron marcar en sendas ocasiones claras. Las situaciones de peligro se repetían sin que el Rayo fuese capaz de pisar el área de Rubén y realizar su habitual juego de toque.

Tras el descanso el equipo madrileño se estiró aprovechando el cansancio de los locales. Sin embargo, los de Francisco seguían llegando con peligro de la mano de un gran Thievy que ponía en jaque una y otra vez a la zaga vallecana. Los minutos pasaban y el Rayo se sentía algo más cómodo con el balón de la mano de Trashorras y la entrada de Jozabed, Kakuta pudo marcar pero Rubén realizó una fantástica parada. El partido definitivamente se había nivelado y los locales pagaban el enorme desgaste realizado.
Cuando el encuentro se encaminaba a un empate, que tampoco hubiese sido justo para la UDA, Kakuta enganchó de primeras un gran centro de Bueno y lo envió al fondo de la red. Tres puntos que se van para Vallecas y derroche de intensidad y buen juego sin recompensa para un Almería que ya encadena siete jornadas sin ganar.