Tras llegar y vencer a domicilio tocaba estrenarse en casa, y el veterano Miguel Rivera tenía que sufrir el frío del Mediterráneo como parte de su aclimatación a la entidad rojiblanca. Así fue, y no en lo meteorológico precisamente, sino en la pesadilla que en su propio feudo está metido el filial. Segundo partido y primera derrota en el debut del nuevo entrenador. Las comparaciones son odiosas, y además falta recorrido todavía, pero según lo visto sobre el césped principal lo mismo el cuerpo técnico anterior no era el problema del sufrimiento de esta temporada. Lo que sí hubo diferente es que esta vez se tuvo que remar a contracorriente, sino todo lo contrario. En el minuto 13 Cristobal acertó a meter el balón en las mallas después de un centro al área. Desde el punto de penalti el malagueño ponía por delante a los suyos.
Pero el filial granadinista iba a demostrar que es un buen equipo, lo que ya dejó claro en el inicio de la liga para después caer hacia la zona media de la tabla en la que habita cómodamente. En las filas del cuadro visitante hay un jugador nacido en Benahadux y que había declarado a Fran Luque en Diario de Almería en la previa que si marcaba lo celebraría pero con respeto. Así fue, marcó, lo celebró, pero no hizo sangre sino un empate que sí que dejó aturdido al Almería B. Sin descomponerse por ir por detrás en el marcador, los granadinos siguieron confiados en su guión y Antonio Puertas demostró su capacidad de resolución alojando en la escuadra un cuero de los llamados ‘despistados’ dentro del área local dada la falta de contundencia para alejarlo de la zona de peligro. El 1-1 y la vuelta a empezar llegaba al filo de la media hora de juego.
Un Primera división que el Mediterráneo había visto en el partido de presentación del primer equipo allá por agosto llamado Fatau, comenzó a ganar galones en la medular, sin que la UDA quisiera perder esa batalla. Músculo más que talento hasta el descanso, y a la vuelta otra vez Antonio Puertas. Esta vez no marcó él sino que fue generoso y se lo puso en bandeja de plata a Álvaro García. Fue en el mismo minuto que el de Cristóbal, pero de la segunda parte, el 13, o el 58 de partido, como se prefiera, pero lo diferente fue el modo de reaccionar del Almería, nada similar a como lo había hecho el Granada en la primera mitad. Una vez más se vio que se cocina pero que no se come. Salió Hicham, se ganó profundidad, pero se perdió el encuentro porque no hay acierto de cara a puerta. Dimitrievski, el meta visitante, también tuvo algo que ver en que sean dos puntos los que separan a los rojiblancos de la salvación, y que se queda así al final de la jornada.
FICHA TÉCNICA:
UD Almería B: Víctor Ibáñez; Antonio Marín, Bonaque, Míchel, Paredes; Selfa, Mario Martos (Adri, min. 85); Cristóbal (Kiu, min. 76), Nico Varela, Borja Lázaro; Dani Romera (Hicham, min. 65).
Granada B: Dimitrievski; Alex Carmona, Luis Lozano, Álvaro Vega, Morante; Fatau, Bravo (Cuero, min. 78), Sergio Martín, Machís (Sergio Peña, min. 81); Antonio Puertas (Nico, min. 70), Álvaro.
Árbitro: Caucelo Sace. Amonestó a los locales Míchel, Borja, Mario y Cristóbal, y a los visitantes Carmona, Fatau y Álvaro Vega.
Goles: 1-0, min. 13: Cristóbal. 1-1, min. 26: Antonio Puertas; 1-2, min. 58: Álvaro García.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo cuarta jornada del campeonato de liga de Segunda División B en su grupo IV disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante unos 200 espectadores.