El municipio de Vícar y el mundo del deporte en especial han recibido el nuevo año con tristeza y consternación ante el fallecimiento de José Cano Roda, una de las personas más queridas del municipio y cuya labor en defensa del deporte en general y del fútbol sala en particular, será díficil de igualar.
En la noche del pasado día 5, vísperas Reyes Magos, fallecía tras una larga enfermedad José Cano Roda, uno de los impulsores del deporte vicario, con una gran dedicación al fútbol sala y artífice de lo que hoy es el CD Vícar FS.
Persona muy querida, no solo en los ambientes deportivos, José Cano, ha dejado un gran legado, labrado a golpe tesón, perseverancia, trabajo y esfuerzo, que será recordado como ejemplo por las generaciones venideras. Su muerte deja un vacio que será diícil de cubrir, aunque su ejemplo supone todo un acicate para que el deporte de Vícar siga progresando tal y como el deseaba.
Las muestras de dolor de familiares, amigos, jugadores, técnicos y de todos aquellos que conocieron a José se sucedieron desde el momento de conocer su fallecimiento hasta que su cuerpo fue enterrado en el cementerio de El Parador. Centenares de personas desfilaron por la capilla ardiente para despedir a una persona cuyos valores serán recordados por todos aquellos que tuvieron la suerte de conocerle y en los que José dejó su huella, a través de sus enseñanzas, no solo deportiva sino a nivel personal.
Como se expresa en la página web del que siempre será su club, “De José Cano se podrían contar infinidad de historias y anécdotas, todas ellas con sonrisas que nos darían para soltar muchas lágrimas, así que todos nos quedamos con la cercanía, el saber estar y el cariño que transmitía desde un banquillo, desde la grada o desde la distancia, fuera cual fuera su sitio en cada momento transmitía muchísimo, y tenía esa estrella que tienen los grandes”.
Sus estrechos lazos de amistad y compromiso con el actual alcalde Antonio Bonilla, les llevó a dedicar gran parte de su tiempo libre a trabajar codo a codo con los responsables del área de Deportes, por llevar la actividad deportiva en Vícar a los niveles que hoy alcanza, en una labor sorda pero efectiva, siempre desde un lugar preferente, si bien no era amigo de reconocimientos.
La familia Cano Galdeano, su esposa Isabel, colaboradora infatigable de José también en su labor deportiva, y sus hijos David, Cristina y Mayte, ha querido expresamente agradecer la muestras de cariño y apoyo recibidas en estos momentos.