Toda una noche en autobús da para pensar mucho, y en ello han invertido gran parte del tiempo los integrantes de la expedición de Unicaja en su regreso desde Soria. La principal conclusión que se puede extractar de las dos primeras batallas camino de la final es que vencer en una era lo que se quería, y lo que ha se habría firmado antes de viajar a las tierras cantadas por Antonio Machado. Lo que pasa es que tras ese triunfo se pensó un 0 a 2 y para Almería tan felices, y eso no ocurrió.
El empate momentáneo en la serie le roba la pequeña ventaja de la que disfrutaba a Ciudad Medio Ambiente y se la regala a Unicaja, que tiene en sus manos sentenciar en casa. Las citas serán viernes y sábado -a las 20:30 y las 19:00 respectivamente- y de perder una de nuevo habrá que regresar a Soria para jugárselo todo a una carta marcada. Si se pierden los dos, algo que no puede entrar en la cabeza de nadie, entonces se habrá acabado la temporada y Molducci se irá sin conseguir el doble salto mortal.
El único pero a todo lo vivido en tierras castellano-leonesas es que el segundo partido se perdió demasiado claramente, y es lógico que las dudas intente hacerse fuertes en la moral ahorradora. Pero como eso no puede permitirse, el club ha realizado un acto abierto en el Moisés Ruiz para llamar la atención general sobre la importancia de que el equipo se sienta arropado y que el contrario se sienta intimidado.
Según el presidente Ramón Sedeño, encargado de presentar estos dos importantes choques, es mucho más importante lo positivo del triunfo que lo negativo de la derrota: «lógicamente cuando el equipo gana uno se siente mucho más feliz; en este caso concreto, después de que en la temporada los dos partidos de liga regular los perdiéramos tanto aquí como allí, muy ajustados pero los perdimos los dos, el hecho de haber ganado allí el primer partido con un pabellón a reventar y presionando muchísimo, creo que es para sentirse satisfechos, sobre todo del cambio que se vio del equipo tanto anímico como en el juego». Para abundar más en esas buenas sensaciones, Sedeño ha recordado que «hubo un momento que iba por debajo y fue capaz de superarse y de hacerlo en momentos difíciles, como fue una bola fuera que la pitan dentro, otro balón que sale fuera y que dice que no le ha dado ningún jugador de ellos cuando fue un bloqueo de ellos, y para colmo una tarjeta en ese momento; el equipo no se quedó pensando en lo que estaban haciendo los árbitros sino en estar centrados en el campo».
De todos modos sí ha reconocido que «en el partido de ayer no funcionó casi nada», pero ha insistido al tiempo en los errores arbitrales en momentos decisivos: «en el segundo set, cuando les hemos recuperado tres puntos y cuando estamos a uno hay un balón que va fuera; es la única vez que vi a Piero protestar en los dos partidos; hubiera sido el 22-22 y se lo dieron dentro cuando había sido fuera descaradamente y se ponen 23-21». Se ha preguntado el presidente blanquiverde que «si ese set hubiera cambiado la situación», para después plantear una duda de respuesta fácil: «no sé lo que hubiera pasado al final». Pero eso sí, y fuera de lamentaciones, «ahora contento de tener el factor cancha y que podamos resolver aquí».
Para que eso sea así, la afición de Unicaja tiene que desempeñar su papel y empujar a su equipo, algo sobre lo que Sedeño no tiene ninguna duda: «estoy convencido de que si el viernes y el sábado la afición responde como acostumbra en los grandes momentos y se llena el Pabellón, no tenemos que volver a Soria y ganamos los dos partidos». El objetivo del club estos días se va a centrar en intentar «por todos los medios» animar a la afición: «espero que el viernes y el sábado el público abarrote el Pabellón y presione a los jugadores contrarios y a los árbitros, que es muy importante».
Como reclamo también se puede poner la propia valía del club soriano, uno de los históricos y de prestigio del voleibol español, además de que los partidos entre ambos siempre son de un nivel extraordinario de espectáculo, muy acostumbrados como están a verse las caras en playoffs en las últimas temporadas. «No hace falta que diga la magnitud que estos compromisos tienen”, ha rematado Sedeño, añadiendo también que “el equipo de José Luis Moltó, tal y como se pudo demostrar este fin de semana, quiere esta temporada aspirar al título de liga tras doce años sin conseguirlo”. El presidente está convencido, así que se puede llegar a la final: “si recobramos las sensaciones, sobre todo del primer partido que jugamos allí en Soria este fin de semana, seguro que es posible”.
Una vez terminada la voz cantante de la presentación, le ha correspondido el turno a Piero Molducci, entrenador ahorrador, que por su parte ha destacado también la importancia de haber conseguido un triunfo en Soria, aunque no hay que pensar por ello que la eliminatoria ya está ganada: «en el segundo partido jugamos muy mal y el rival entonces espera venir aquí a ganar porque su juego es difícil”. De los suyos sabe perfectamente lo que hay que pulir, y es encontrar una regularidad en la pista porque “este equipo no tiene término medio, juega bien o mal, y en CMA de Soria ahí está la diferencia, sabe jugar constante. La clave estará en la defensa blanquiverde, “lo importante es que el bloqueo vaya mejor que ahora, pues en el primer partido sí se vio y ayer no, al igual que el saque, que tampoco existió y no fue bueno”.
Gustavo Delgado, capitán de Unicaja, se ha sumado a la iniciativa de salir a por todas en los dos partidos que se tienen que disputar en tierras almerienses: “hay que pensar en el viernes que es fundamental, igual que el partido del domingo porque hubiéramos ganado prácticamente el 50% de la eliminatoria”. A esto ha añadido que “ahora, si en el primero de casa le demostramos que aquí no van a poder y le ganamos el partido, el sábado habrá que salir a matarlo porque ya no volveríamos a tener factor cancha”.
Por último, ha hablado uno de los pilares del equipo, Ibán Pérez, convencido de que pasar la eliminatoria ante los sorianos es posible: «está abierta y esperamos que el viernes aprendamos de nuestros errores para mentalizarnos de que va a ser difícil, pero hay que jugar bien para ganarles, hay que pensar que todos tenemos que jugar muy bien para ganar”. Su resumen de sensaciones ha sido extremadamente clarificador del estado de ánimo: “yo creía que íbamos a ganar los dos partidos y al perder el segundo te quedas como si el primero no lo hubieses ganado, pero ha sido un partido malo y tampoco hay que darle muchas vueltas porque dentro de cinco días jugamos otro”.
Un comentario
Hace falta llenar el pabellon, son partidos muy importantes y el publico desde luego que es parte importante de este equipo…..