Cuando no hay más no se puede hacer un milagro, porque en todo caso sería uno tras otro cada semana buscando que las ocasiones generadas sean goles. Juan Carlos Cintas vio salir a los suyos adormecidos, lo que se pagó con dos goles en diez minutos que son una losa para cualquier equipo. Con todo, su opinión es que el filial podría haberse ido al descanso al menos con un tanto a favor ante tan elevada eficacia visitante, pero no fue así y movió banquillo. No quiso señalar para nada a los sustituidos, aunque sin embargo su equipo mejoró notablemente y buscó perforar la meta de La Roda otra vez sin puntería. El míster reconoció que no hay muchas más opciones atacantes en la UDA B, que está negada ante el gol por mucho fútbol que genere. Toca seguir adelante, comenzando por la Copa Federación este miércoles desde las 17.00 horas en Granada.
Por su parte, Alberto Monteagudo reconoció que su equipo se vino abajo físicamente al final del partido, pero para ese entonces su renta era de tres goles. Sabía el míster albaceteño el modo de jugar del Almería B, sacando el balón jugado desde atrás, lo que le venía muy bien a su estilo de juego presionante. De hecho, así llegó el segundo tanto, en una recuperación rápida y una transición fugaz culminada por Arturo. También conocía su ausencia de gol, y puso como ejemplo el último partido ante el Cartagena. No quiere poner objetivo concreto a su equipo que no sea el de la permanencia lo antes posible, y una vez en el bolsillo se intentará llegar lo más alto que se pueda. Además, huyó de rivalidad regional con el Albacete, al que considera que se ha hecho para otra cosa y que debería estar en Segunda División.