Para el lateral zurdo de la UD Almería, la necesidad del Villarreal, con su presupuesto y con las pretensiones de volver a Primera que se tenían a principios de temporada pero sin verse arriba, le hace estar en una situación difícil. No está acostumbrado el club castellonense a verse así y a su juicio el Almería debería intentar aprovecharse de ello. Sin ser la última oportunidad del submarino para engancharse arriba, no oculta que si pierden aquí pasarían a sentirse más presionados todavía, sobre todo porque ambos son rivales directos y los amarillos podrían quedarse a nueve de los rojiblancos. Sin ser insalvable, porque queda toda la segunda vuelta, sí que es una distancia considerable.
Por ello, cree que podría ser un buen golpe en la mesa del Almería si consigue ganar un partido en el que huele a titular, aunque eso nunca se sabe. Por lo menos, en lo personal se siente feliz por volver a contar y haber dejado la portería a cero con su vuelta y la de Pellerano es simple anécdota, porque sin ellos también se ha conseguido, como en Huelva. Eso sí, es fundamental sumar dos efectivos más a la dinámica del equipo que pueden aportar mucho cuando están en el campo.
En relación a eso, a su estadio, ha lamentado que no acuda más gente a los partidos, y ha destacado que es un campo frío no comparable a otros estadios con más asiduidad de los aficionados. A veces se echa en falta una mayor presión desde la grada, pero eso no es achacable a los que sí acuden a su cita con la UDA. El caso es que es un proyecto de todos e ilusionante en el que los futbolistas se están volcando, y sabe que si se hace una primera vuelta de 40 puntos y se mantiene el ritmo en la segunda, hay precedentes de ascenso directo, sin ser esto definitivo. En relación a lo del espionaje, y en tono distendido, lo achaca a que se le tiene respeto al Almería y lo deja en mera anécdota.