Se lo dijo Juanito, del Real Madrid, a Bini, del Milan, unos cuantos años atrás, y no eran 14 sino 90. Tampoco era el Mediterráneo, sino el Santiago Bernabeu, y, salvando las distancias, hoy el Almería B ha demostrado que su estadio puede ser talismán y que únicamente falta creerlo y tener convencimiento en el estilo de juego que se desarrolla. Francisco desde el palco ha hecho que su tarifa plana de móvil echase humo, sobre todo cuando mediada la segunda parte sus jugadores seguían perdiendo por 0 a 2 ante un equipo con marchamo de descenso como el Lorca Atlético.
Pero apareció Alcalá, que esta semana ha entrenado con el primer equipo, y enderezó el rumbo obrando el arranque de la remontada rojiblanca. Marcó de cabeza en la salida de un córner botado por Cristobal, acortando las distancias que habían sido ampliadas al poco de la reanudación por parte lorquina. Pocas veces un gol espolea tanto como el del central, ya que hizo mirar el cronómetro, ver que quedaba todavía ‘un mundo’ de media hora (corría el minuto 62) y creer en la remontada. En la orilla contraria, el rival empezó con un temblor de rodillas propio de los que se juegan la vida en cada choque, ya sin margen de error.
Francisco ya había introducido en el campo a Azeez, por García Márquez, y Pallarés, por Richi, y a la postre resultaron decisivos por la incisión en permanente que abrían en la defensa murciana. De hecho, el primero de ellos hacía el empate a dos en el 74, tras diez minutos de dominio almeriense que por fin daba sus frutos tras una jugada de Jonathan, convertido en esta ocasión en asistente. Tras ese tanto, y con la grada enfervorecida y los futbolistas empecinados en la victoria, dos minutos después llegó la culminación definitiva de la remontada con el tanto materializado por José Ramón, servido en este caso por Trujillo con un pase de la muerte medido y demoledor.
Antes de todo ello el panorama pintaba bastos para el filial, que ya se veía a cara de perro mirando de frente al descenso, ello por la acumulación de ingenuidad y el regalo o los regalos de cada choque. Ante el Lorca fueron dos, y fueron aprovechados, lo que supuso que con la ley del mínimo esfuerzo los ‘vecinos’ se ponían con el partido muy de cara y sin vida que les discutiera el triunfo frente a ellos. El 0-1 fue obra de Hugo Salamanca, en posición dudosa y con la defensa parada en el minuto 34. Tras eso el Almería B llegón con Cristobal, que malogró un mano a mano, y Jonathan y Alcalá, que echaron el balón fuera.
Tras el descanso, el 0-2 llegó en el minuto 51 a través de una incursión por banda izquierda, con fallo de Gianfranco y con Heredia marcando a placer. Pero a pesar de lo adverso del resultado, con la semilla que ya había sembrado Francisco, sumando la entrada de Iván por José Antonio, sólo faltaba un arrebato de buena suerte o de acierto para que el equipo se desatorase, y eso fue lo que sucedió con el testarazo inconmensurable de Alcalá.
Al final, el filial se ha anotado una victoria casi decisiva para poder vivir tranquilo en lo que resta de competición, con la salvación camino del bolsillo aunque todavía no dentro del todo. El rival se puede entender que era directo, y se le deja muy tocado y sobre todo muy alejado de la posición almeriense. Eso sí, si no se sufre parece que no se disfruta y los dos Almería B hicieron acto de aparición sobre el césped del Mediterráneo, el titubeante y el contundente. El segundo necesita menos tiempo para imponerse, y en el caso de partido ante el Lorca Atlético han sido únicamente 14 minutos para tres goles. Y tres son los puntos de oro que se han cosechado, cortando la racha de derrotas en la que se había metido el equipo.
La primer parte ha sido para olvidar, y la segunda ha sido la del triunfo de la mentalidad ganadora y el orgullo sobre la cruda realidad que el filial, él solito, se había buscado. Era un partido propicio que al final se ha convertido en una segunda parte idónea para confiar en las posibilidades de un conjunto inventado para ser, como ha dicho Alcaraz, «una extensión de la primera plantilla», y que se quedará otra temporada más en segunda división B salvo catástrofe.
FICHA TÉCNICA:
UD Almería B: Gianfranco, José Antonio, Trujillo, Alcalá, Rubén Primo, Alberto Martín, García Márquez (Pallarés, m. 46), Richi (Azeez, m. 46), Jonathan, Cristóbal y José Ramón.
Lorca Atlético: Manolo, Aarón, Alfonso, Joaquín Pastor, Gavilán (Miguel Ángel, m. 82), Raúl Barcos, Heredia (Antonio, m. 73), Juanjo, Villanueva, Nico y Hugo Salamanca.
Goles: 0-1 m. 34: Hugo Salamanca. 0-2, m. 51: Heredia. 1-2, m. 62: Alcalá. 2-2, m. 74: Azeez. 3-2, m. 76: José Ramón.
Árbitro: Sánchez-Seco Oterio, perteneciente al Colegio Madrileño. Amonestó por el equipo local a Azeez y al visitante Nico, así como al delegado de equipo. Expulsó, en el m. 93, por doble amonestación, al visitante Alfonso.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigesimoprimera jornada de Liga en el Grupo 4 de Segunda B, disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, ante cerca de 400 espectadores.
