La marcha de Carlos García al extranjero era algo sabido en el entorno del futbolista desde hace varios meses, pero ha sido esta mediodía, a las 13:20 horas, cuando se ha hecho efectivo. El central catalán ha embarcado desde su Barcelona natal camino de Tel Aviv para pasar mañana mismo el reconocimiento médico que le hará vestirse del amarillo del Maccabi en las próximas temporadas. Sin duda, se trata de todo un reto para el zaguero, que ha querido así probar una experiencia nueva que le haga crecer aún más como futbolista y como persona. Así lo desvelará esta misma semana en la entrevista concedida a www.almeria360.com y que publicaremos a la vuelta del jugador, que será el jueves.
Con todo, su marcha de Almería, como ciudad y como club, no ha sido difícil para él, ya que ha vivido muchas experiencias que le han marcado en lo deportivo y en lo humano. Su vida ha sufrido los cambios más importantes en nuestra provincia, a la que llegó hace siete temporadas para militar primero en el Poli Ejido y para pasar después seis años consecutivos de rojiblanco, eso sí, con medio año de paréntisis como bético por culpa de Hugo Sánchez, que lo relegó injustificablemente al banquillo. De hecho, aquí ha tenido tiempo de casarse y de hacerse padre, y la tranquilidad y la calidad de vida que ha podido disfrutar en Almería lo han terminado de enamorar de esta tierra.
Dentro de las posibilidades que manejaban justos su representante y él mismo tenía más fuerza la de Chipre, pero además ha sido tentado por ligas de economía más potente, como puede ser la rusa. En España, no son pocos los clubes que han suspirado por hacerse con sus servicios, pero ‘para volver siempre habrá tiempo’. Cuando toque el regreso sus orígenes pueden pesarle mucho, y que consiga llevárselo el Espanyol aprovechado su comienzo periquito. Lo que sí está claro es que no ha cortado sus hilos con Almería, si bien es cierto que su salida del club no ha sido como merecería un estandarte que ha sufrido por los colores de la UDA y que los ha sentido como pocos.
Pero el destino puede hacer que se cruce pronto con su ya exequipo, y no porque la UDA vaya a jugar competición europea ni mucho menos, sino porque el Maccabi de Tel Aviv hará la pretemporada en La Manga, sitio bien conocido por el Almería por años pasados. No se descarta que entre los encuentros preparatorios se incluya un choque entre ambas escuadras, si bien es verdad que los rojiblancos todavía no tienen ni día de regreso al trabajo ni han comentado nada sobre el lugar de concentración. Desert Sprint fue la opción de la temporada pasada, y si se repitiera, queda a tiro de pocos kilómetros del complejo murciano.
Su edad, con 28 años recién cumplidos, que se puede considerar perfecta para dar un giro aprovechando la madurez deportiva, el fichaje de Oscar García como nuevo técnico hebreo, exjugador culé en la década de los 90 y proveniente de los juveniles del Barcelona, que es de su gusto futbolístico, y el cargo de director deportivo de Jordy Cruyff, que es el que ha llevado al míster y el que ha llamado a Carlos, han pesado a la hora de tomar una decisión trascendental en su carrera. Desde Almería se desea lo mejor para el central barcelonés, ya que ha sido uno de los jugadores que más ha conectado con la grada y que más claro ha hablado siempre, sin escurrir jamás el bulto.
