La entidad rojiblanca en pleno parece haber llegado al límite con respecto a los arbitrajes que está ‘sufriendo’ también esta temporada, que parece una continuación a la pasada en la Liga BBVA. El más afectado de todos es el presidente, Alfonso García Gabarrón, que en la zona mixta primero y en la sala de prensa después se despachó sin tapujos en torno a lo que está pasando. Es una historia de cuyo final ya tiene conocimiento: «ya pasó el año pasado; demostramos que había quince puntos que nos habían quitado y no nos dieron ninguno, y nos bajaron».
Su reflexión se basa en los hechos que está viendo partido tras partido: «la conclusión final que saco es la de que posiblemente los equipos que menos problemas puedan tener económicos son a los que hay que perjudicar y hay que favorecer a los que tengan más problemas». No se puede ser más claro en la expresión, ni tampoco en el remedio que plantea para poder solucionar esta situación de atropello arbitral: «si eso es así, no pasa nada, meto al equipo en un concurso, me lo voy a plantear, y somos uno más incumpliendo los compromisos».
La trayectoria deportiva de la UD Almería está siendo muy buena, pero podría verse reflejada mucho mejor en la clasificación de haber tenido más suerte con la labor de los colegiados. Tras la primera derrota en casa de toda la temporada el ascenso directo se escapa un poco más, pero no debe cundir el pesimismo. En ese sentido, García se niega a ser conformista con los errores arbitrales: «si pelear hay que pelear, pero lo que pasa es que contra quién peleas; hay 22 jugadores en el campo y tres que son los que deciden y mandan, y si pueden más que los futbolistas, pues realmente es muy difícil».
