El que es amante del baloncesto en la provincia y ya tiene unos cuantos años alguna vez ha disputado un torneo 24 horas. Es un clásico que los más jóvenes no habían tenido la oportunidad de disfrutar todavía, pero las buenas costumbres hay que respetarlas y en ello se ha enfrascado el CB Almería este pasado fin de semana. Suya ha sido la iniciativa de recuperar una tradición que, visto lo visto en cuanto al éxito de participación y organización, jamás debió caer en el ostracismo. Había ganas, y un club es grande si responde a la necesidad real de la sociedad, lo que el colectivo demanda. Locos del basket, sí, y ya satisfechos solo con jugar. Premios más simbólicos que otra cosa y colaboración de la Universidad, que cedió las canastas.
En el Club Natación Almería no paró el trasiego de personas vinculadas con este deporte, bien sea porque jugaban, porque organizaban o porque presenciaban los partidos. Fueron las clásicas 24 horas de baloncesto presentes en la ciudad tras 15 años de ausencia, pero conservando todo su sabor a competitividad, deportividad y convivencia. Todo un elenco de lujo tomó las riendas, nada menos que un equipo campeón y recién ascendido para hacer historia hace un par de meses, las chicas rojillas del Tomates CASI CB Almería. Se pusieron manos a la obra con el empeño de que el su deporte no pare y aproveche el tirón que tanto ellas como el Almería Basket están dando. Paco Rueda, su míster, se puso a la cabeza, y con tan buena materia prima y tantas ganas el éxito estuvo garantizado.
Además, en el fondo de la cuestión también se halla la generación de ingresos extra, porque se corre el peligro de que su gesta deportiva quede sin la recompensa de competir en la recientemente ganada categoría de Liga Femenina 2. El fútbol no tiene en exclusiva el uso del ambigú, sino que el baloncesto también ofrece ese modo de compartir y de, al mismo tiempo, proporcionar unos euros extras. Aprovechando la continua afluencia de personas y haciendo de la barra un punto de encuentro, las jugadoras de turnaron para servir refrigerios a quienes revivían el pasado glorioso de las 24 horas. No en vano, varias viejas glorias se quitaron el óxido para volver a la cancha, formando equipos con sus antiguos compañeros y plantando cara a los conjuntos de las ligas municipales e incluso a alguno llegado de fuera de la provincia.
Fue casi una veintena de formaciones, más masculinas que femeninas, todas divididas a su vez en dos grupos por cada categoría, que entraron en liza desde las 10 de la mañana del sábado y se extendieron en el juego hasta el domingo a las 14.00 horas, hora de la paella. Todo medido, cupieron 30 partidos separados por algo menos de una hora, compartiendo pista y sorprendiendo con un algo nivel baloncestístico, con jugadores y jugadoras de altas categorías de este deporte. El mismo CB Almería hizo un llamamiento a algunos destacados nombres que no dudaron en acudir a la cita para ayudar tanto en la parte emotiva de recuperación del torneo como en la económica de apoyar al club. Ganó Rehabitar al 40 tacos en masculina y el G-94 y compañía en femenina.
