No está el horno para bollos y se nota. La conjura es total entre los hombres de Lucas Alcaraz, que tanto ayer como hoy, sobre todo hoy, han alcanzado una intensidad muy alta y han desarrollado un fuerte ritmo en el entrenamiento, consistente en trabajo táctico, con movimientos determinados y situaciones de partido, además de llevar a cabo ejercicios de posesión y de presión. Y es que el técnico quiere un equipo disciplinado y agresivo en Huesca.
Seis jugadores del filial han participado en la jornada preparatoria, concretamente los defensas Lillo y Trujillo, los centrocampistas Alberto y Abel, y los delanteros Jonathan y Pallares. Hay que tener en cuenta que Alcaraz dispone de dieciséis futbolistas en la primera plantilla, puesto que en Huesca serán bajas obligadas Soriano por lesión y Corona por sanción. Eso hace obligada la incorporación de al menos dos jugadores del Almería B para viajar a tierras aragonesas, sin querer ni pensar que se vaya a producir ningún otro contratiempo en lo que resta de semana. Y lo cierto es que a este ritmo no se puede asegurar que no vaya a suceder.
Pero los futbolistas están convencidos de que ese es el punto, como afirma Henok Goitom: «yo creo que todos los jugadores se fueron a casa y pensaron un poco en lo que tenemos que hacer, porque nosotros somos un equipo grande y en segunda no podemos estar seis partidos sin ganar». Ante esta mala racha, «empezó ayer que todo el mundo aportó cosas en el entreno, cada uno corría como si fuera la última vida en el fútbol y hoy también igual». Para Goitom, «el entreno ha sido muy intenso, no porque el míster quería, porque él quiere, más que cada uno sabe que tenemos que tener mucha intensidad para mejorarnos».
La presión en cada lance del juego ha llevado a que se vea a varios jugadores por los suelos tras choques con otros compañeros, con una disputa tremenda de cada balón tanto por arriba como por abajo. Ese ha sido el caso de la más llamativa, protagonizada entre Aarón y Jokobsen en la lucha por un balón dividido en la que ninguno de los dos ha dado su brazo a torcer y han forzado al máximo. El peor parado, pero sin que la cosa fuera a mayores, ha sido el danés.
Este miércoles, a las 10,30 horas, los rojiblancos continuarán con su puesta a punto para hacer frente a un rival que ha salido de los puestos de descenso, que está en un momento importante de juego y resultados y que no está dispuesto a ceder en su reacción. Los oscenses vienen de ganar en Elche y la jornada anterior empataron con el Celta, al que a punto estuvieron de derrotar. El partido será el sábado a las seis de la tarde.