La realidad numérica empieza a pintarse de un modo poco optimista, pero esto no ha hecho nada más que empezar y materia para hacerlo mejor hay de sobra. Cierto es que tras perder en el Coliseum se ha sumado un punto de seis posibles, o dicho de un modo peor, han volado cinco puntos ante rivales muy asequibles, y que de poco o nada sirve la complacencia de que se ha perdonado, se ha sido mejor, a ratos, eso sí, o que se acumula posesión. Y es que el de visitante ha seguido el guión del de local, y en sus dos partidos el Almería ha cometido los mismos errores de apreciación. Queda claro, para el que no se haya enterado, que no se es un grande, y que en los partidos hay que morder y no amagar, complacidos con tener posesión cuando se marcha empate. Lo que se activa cuando se encaja es lo que debe ir impreso desde el inicio, porque luego puede fallar la puntería o se pueden esfumar las ideas.
No obstante, comenzó el partido el Almería presionando muy arriba la salida de balón azulina, haciendo kilómetros desde el primer suspiro los cuatro hombres de la flecha de ataque con Thomas y Verza achicando los huecos que se iban abriendo a las espaldas de los avanzados. Así, tras un primer centro en el minuto 2 sin rematador por parte local siguió en el 5 uno a las manos de Guaita por parte de Edgar en lo que estaba siendo cierto dominio visitante. Pero no hubo nada más que llevarse a la boca por respeto entre ambos, eso haciendo una lectura más amable, o por carencia de ideas, quizá más cercano a la realidad. Así fue hasta casi llegado el primer cuarto de hora, con un primer tiro a puerta de Hinestroza muy forzado entre defensas tras robo en el 13, fácil para Rubén rodilla en tierra, seguido de otro centro sin destinatario de unos hombres de Contra cómodos atrás y rápidos en la salida.
Otra vez metidos en el ritmo vivo, sin apenas interrupciones pero sin demasiado sentido de verticalidad por parte de los pupilos de Francisco, apareció por banda izquierda Esdudero para romper, aproximarse y chutar al lateral de red en el 17, reclamando el turno de réplica por fin el Almería con un pase al hueco de Hemed, que está en todas, para Jonathan, quien buscó más colocación que potencia y no pudo sorprender a Guaita, uno de los porteros más altos de la liga, por arriba. Una de las claves estaba siendo que Contra conocía de sobra a Soriano y que se preocupó de que el maño no participara demasiado, con una vigilancia estrecha de sus mediocentros dejando una posesión inocua a favor de los rojiblancos. Servido el placebo a los almerienses, que se conformaban, como siempre, con ese panorama, una pérdida de batalla de Thomas en la medular desencadenó la jugada del gol local.
Mientras que el futbolista cedido por el Atlético pedía falta el balón ya había sido circulado a la banda izquierda, el carril de Hinestroza, libre, que vio la carrera al primer palo del recuperado para las filas getafenses Álvaro Vázquez. En su pugna con los dos centrales se fue al suelo con la fortuna de que el cuero impactó en su espalda a media caída y sobre la raya de gol entrando en la meta de un sorprendido Rubén en el minuto 28. Aprovechando el símil taurino, dado que en Almería había toros de Feria a la misma hora, el tanto representó las banderillas de castigo para que se hiciera lo que tenía que haberse hecho desde el principio, o sea, sacar provecho gran al derroche físico que se estaba haciendo. Jonathan puso la directa en la siguiente jugada, pudo disparar pero prefirió el pase de la muerte que pasó de largo del marcado Soriano y que llegó impoluto hasta Edgar, que apuntó al anfiteatro cuando lo tenía todo para empatar en la media hora.
El burkinés aceptó el peso del ataque y puso sendos balones precisamente a Edgar y Soriano, ambos con disparos bloqueados por la defensa, y encima en el córner que provocó el segundo efectuó un remate acrobático de volea al borde del área chica abrazado por su par, el chaval Vigaray, que respondió con un derroche de reflejos Guaita. Se lamentó por la ocasión marrada y por la posible pena máxima no pitada por Jaime Latre, pero el marcador se mantuvo igual y así se llegó al descanso, justo antes del cual el Getafe perdonó el segundo con otro mano a mano perdido atrás, esta vez por Dubarbier en banda, y tiro ajustado de Valera. El optimismo en la remontada bien podría haberse vestido con la jugada antes referida y culminada en el córner rematado por Jonathan, de costa a costa encontrando el espacio horizontal seguido del vertical para penetrar en la defensa contraria, pero nada de eso se vio a la vuelta de los vestuarios.
Y es que a unas mayores ganas del Getafe en el regreso al juego, habiendo ganado metros para el desarrollo del enfrentamiento en territorio rojiblanco, siguió una falta de claridad que Francisco tardó en intentar enmendar con sus cambios. Los de Contra remataron en el 50 de manera tímida por el más tarde lesionado Hinestroza, eso cuando controlaban el partido mientras el Almería se debatía entre el medio gas del primer tiempo y el acelerón necesario en el segundo. Hemed pidió penalti por empujón cuando se adentraba en el área, y en la siguiente jugada picó sobre Guaita pero la dirección del cuero no fue la correcta. Era Jonathan el que corría y surtía de balones a sus compañeros, siguiendo con lo que ya había emprendido. Soriano peinó muy perpendicular en el 62 poniendo fin a una fase de juego accidentado y de interrupciones, y con Thievy en el campo por Edgar llegó la más clara. Un despeje de la zaga azulina en el primer palo le llegó medido al francés, que se durmió en el control y que encima remató de manera horrible cuando estaba solo.
Era el minuto 63, y con poco criterio en el movimiento del cuero pasaban los minutos hasta que el Getafe encontró a Diego Castro, que había sustituido al lesionado Hinestroza, para que se marcara un jugadón dentro del área que afortunadamente no acompañó de un buen remate. También estuvo cerca Lafita casi de seguido, y el Almería no lo tenía claro en ningún momento, sin bandas activas y con algo más de un cuarto de hora para Teerasil y Corona, el primero por el delantero centro Hemed y el segundo ya sí por un defensa, el central Dos Santos. El tailandés eligió rematar de cabeza el último cartucho, que llegó en el 86 a pesar de tener hasta el 94, cuando parecía mejor la opción del control y posterior disparo. La impotencia mandó en un Almería que se estaba midiendo a una defensa de circunstancias sin defensas centrales, eso cuando vino a darse cuenta de que el placebo no cura sino que hace como que cura, y si el mal es otra cosa distinta a una creencia de nada sirve.
FICHA TÉCNICA:
Getafe CF: Guaita: Valera, Vigaray, Juan Rodríguez, Escudero; Lacen, Míchel; Sarabia, Hinestroza (Diego Castro, min. 56), Sammir (Lafita, min. 62); Álvaro Vázquez (Lago, min. 87)
UD Almería: Rubén; Ximo Navarro, Mauro Dos Santos (Corona, min. 73), Trujillo, Dubarbier, Thomas, Verza; Edgar (Thievy, min. 61), Soriano, Jonathan; Hemed (Teerasil Dangda, min. 71)
Gol: 1-0, min. 28: Álvaro Vázquez.
Árbitro: Jaime Latre (Comité Aragonés). Mostró cartulina amarilla a Hinestroza (min. 52), Diego Castro (min. 80) y a Sarabia (min. 81) por parte del Getafe, y a Edgar (min. 58) y a Dos Santos (min. 70) por parte del Almería.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del campeonato de la Liga BBVA disputado en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe ante unos 6.000 espectadores, de los que aproximadamente medio centenar eran de Almería.
