El extremo rojiblanco se resintió de su muslo izquierdo en el último partido ante el Racing de Santander y no podrá jugar ante el Lugo, algo que más tarde ha aconsejado el doctor Wu. Aleix Vidal sintió un pinchazo en la parte trasera de su pierna y se sometió a una resonancia que ha confirmado una rotura. Él mismo lo explica, junto a su resumen de lo acontecido en Santander, con el reconocimiento de que se salió un poco dormidos, «como nos suele suceder», en la segunda mitad. Sobre esa autocrítica ha abundado un poco más sin querer entrar a polemizar con el míster Javi Gracia por sus palabras sobre ganar a medio gas. Sólo cuando se le ha insistido ha sentenciado que Gracia es el que manda, pero que preferiría ganar siempre por el mínimo esfuerzo para sacar en los partidos importantes el máximo esfuerzo.
Entiende que se va por el buen camino en referencia a los números que se están firmando, pero sin empacho en reconocer que con muchas cosas por mejorar. Los llamados por sí mismo como partidos clave están a la vuelta de la esquina, y lo primero es vencer al Lugo para ir anímicamente fuertes a Elche. Sensación de poder haber hecho algo más es otra de las expresiones más destacadas de cuantas ha utilizado un jugador que habitualmente no tiene problema alguno en sincerarse y que ha insistido en el problema de la intensidad en las segundas partes.