Fue un partido perfecto, el mejor soñado cuando tras casi tres décadas de sequía se hacía realidad la vuelta a Primera División. Lo de antes, dos temporadas desde 1979 a 1981, correspondió a otro club, a la AD Almería, que tuvo que desaparecer. Lo siguiente, cumplido en la 2007-2008, fue de otro club, el actual, la UD Almería. Marcaron Crusat, Soriano y Negredo para un 0-3 que sorprendió a España porque el Dépor todavía vivía de su apelativo de Súper que tan a pulso se había ganado temporadas atrás. Se inició así una historia a en la que se podría haber llegado a puestos europeos y que finalmente supuso una octava posición en la tabla bajo la dirección de Unai Emery y de Carcedo.
Hoy toca volver a donde todo comenzó en una tarde gloriosa para el almeriensismo, cuando todavía ni se había acuñado el término para definir a los aficionados de la UDA. Lo mejor es que, con los resultados propios, que no son estelares pero sí buenos, todo aliviado por la victoria en Anoeta pero sobre todo con el nefasto inicio de un buen número de equipos en la competición, el Almería puede entrar a formar parte de la clase media, en un lugar poco comprometido por abajo. Con un único triunfo se saltó hasta la mitad de la tabla, y el juego, sobre todo eso, el juego, ha mejorado ostensiblemente. No quiere Francisco tirar por tierra lo hecho en los tres primeros partidos, pero reconoce ir de menos a más.
El equipo no transmitía casi nada, generaba ocasiones que no marcaba y eso ante conjuntos que demostraron tener poca entidad. Llegó el lavado de cara ante la Real Sociedad, con grandes dosis de suerte pero con cambio de actitud y aumento significativo de ambición y actitud, lo que continuó contra el Atlético de Madrid. Ante los colchoneros se trabajó atrás, todos los hombres sobre el césped, y casi no se llegó arriba, pero el plan del partido largo por poco sale bien para puntuar. En ese choque se quedó sin jugar Teerasil Dangda, que sí que calentó en la banda, algo que no podrá hacer en Riazor porque por decisión técnica se queda fuera. El míster rojiblanco, preocupado por la poca recuperación entre partidos, aseguró que no mirará el DNI de nadie para convocar o alinear.
La supuesta estrella rojibanca, así valorado y vendido desde dentro de la entidad durante casi un año desde que se hiciera conocido primero lo que se llamó fichaje y que luego fue una cesión, apenas ha contado, pero cierto es que se está repartiendo mucho el protagonismo, que todos los jugadores excepto el portero suplente han disputado minutos. Las variables tácticas que se han tejido son muchas, hay opciones para todos los casos, pero mejor con tres centrocampistas en un sistema 4-3-3 por lo visto hasta ahora. Los nombres casi que da igual, y la valoración de un delantero que no marca es muy buena, porque a Hemed le ha tocado siempre jugar de espaldas y fajarse en labores defensivas. Si el Almería es el de la cara A, cambiará de barrio a uno más acomodado.
El Deportivo de La Coruña, por su parte, ha ganado una sola vez, y lo hizo ante el Eibar por 0-1, habiendo logrado en su casa un único punto merced a un empate a dos ante el Rayo Vallecano. Tiene ganas de agasajar a su público, sobre todo por el amargor de llegar tras haber perdido el derbi con el Celta y también por lo que duele encajar ocho goles ante el Real Madrid, como el Almería los recibió la temporada que descendió contra el FC Barcelona. Eso es lo último hecho ante su afición, que es normal que piense que contra los rojiblancos o nunca. Víctor Fernández, el míster con fama de atacante, no restó trascendencia al choque: «es el realmente importante para nosotros porque es importante después de una derrota dolorosa conseguir un triunfo».
Eso sí, al Almería se le valora en su justa medida, «porque es un rival equiparable a nosotros, porque es un rival que lucha por los mismos objetivos y fundamentalmente porque jugamos en casa y hay que dar alegrías a la afición», tanto en esas palabras de Fernández como en las de Laure, que advierte de la verticalidad rojiblanca: «hay que estar muy atentos a sus contras». La lista coruñesa recupera al portugués Iván Cavaleiro y el argentino Luis Fariña y deja fuera a Pablo Insua, que aún no tiene el alta médica, así como tampoco Diogo Salomao, recuperándose de una rotura del ligamento cruzado de la rodilla, Juan Domínguez, con una rotura muscular, y Lucas Pérez, junto al descartado por el míster Cezary Wilk.
Árbitro: TEIXEIRA VITIENES-JOSÉ ANTONIO Comité Cántabro
Cuarto Árbitro: PARDEIRO PUENTE-JOSÉ ALBERTO Comité Cántabro
Asistente 1: LAMSFÚS BARTOLOMÉ-FRANCISCO Comité Cántabro
Asistente 2: GARCÍA FERNÁNDEZ-CÉSAR Comité Cántabro
Delegado-Informador: ASENSIO RODRÍGUEZ-AURELIO Comité Asturiano